Este artículo se publicó hace 14 años.
Las FARC condenan a muerte a carceleros de rehenes rescatados
Un jefe guerrillero colombiano sentenció a muerte a los 40 rebeldes que vigilaban a los cuatro efectivos de las Fuerzas Armadas, incluido el oficial de más alto rango secuestrado por las FARC, que fueron rescatados por el Ejército, dijo el miércoles un alto cargo militar.
El rescate del general Luis Mendieta, de los coroneles Enrique Murillo y William Donato, así como del sargento Arbey Delgado, se produjo el domingo en zona rural del municipio de Calamar, en el selvático departamento del Guaviare.
Los cuatro llevaban casi 12 años secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que aún mantienen en su poder a 18 integrantes del Ejército y de la Policía y que buscan canjear con el Gobierno por cientos de rebeldes presos.
"Es cierto, se refieren a ellos en términos supremamente vulgares, soeces y dan la orden de asesinarlos", dijo el comandante del Ejército, general Oscar González, en una conferencia de prensa.
De acuerdo con fuentes militares, el oficial hizo la afirmación basándose en una comunicación radial interceptada a la guerrilla por los servicios de inteligencia. Las mismas fuentes aseguraron que la orden fue impartida por el jefe militar de las FARC, Jorge Briceño, alias "El Mono Jojoy".
La "operación Camaleón", un golpe militar y político para las FARC por parte del Gobierno del presidente Álvaro Uribe, es la más exitosa desde la realizada en julio del2008, cuando fueron rescatados la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y 11 militares.
González dijo que el Gobierno analiza la posibilidad de pagar una recompensa de 1,3 millones de dólares a varias personas que aportaron información que permitió ubicar el campamento rebelde en medio de la selva y rescatar a los rehenes.
El propio presidente Uribe invitó a los guerrilleros que vigilaban a los cuatro efectivos rescatados a que se desmovilicen y colaboren con la liberación de otros secuestrados a cambio de recompensas y libertad.
Los aproximadamente 40 guerrilleros que vigilaban a los rescatados huyeron por la selva en medio de los disparos y las explosiones de granadas que lanzaron los militares que participaron en el rescate.
Uribe, quien asumió el poder en 2002, mantiene una ofensiva militar contra la guerrilla a la que obligó a replegarse a apartadas zonas montañosas y selváticas. La ofensiva, apoyada por Estados Unidos, ha permitido reducir los asesinatos, las masacres, los secuestros, los asaltos a pueblos y los ataques contra la infraestructura económica del país, al tiempo que facilitó el aumento de la inversión extranjera y un buen rendimiento de la economía.
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