El director general de General Motors (GM) España, Romek Rytwinski, ha afirmado hoy que la factoría de Figueruelas, en la que trabajan unas 7.500 personas, tardará en conocer cómo le afectará el plan de reestructuración de la multinacional entre dos semanas y dos meses.

Rytwinski ha apuntado que Figueruelas está dispuesta a "compartir pero no a sufrir toda la carga" del plan de ahorro diseñado por Magna, la multinacional que ha llegado a un preacuerdo para hacerse con el control de la gestión de Opel (GM Europa).

El principal ejecutivo de la compañía automovilística en España, quien hoy ha recibido en la planta zaragozana la certificación de gestión avanzada ISO 9004 concedida por Aenor, ha admitido que "será necesario" hacer una reestructuración en la planta española, pero todavía se desconoce "cuánto, ni como".

Por ahora "sólo hay especulaciones" de los medios de comunicación, ha advertido, porque "lo único" que se sabe es que la reestructuración de Opel en Europa requerirá un ahorro de 1.200 millones de dólares.

Rytwinski ha explicado que a los representantes de Magna que la semana pasada visitaron Figueruelas se les explicó que se trata de una planta "muy bien organizada, muy buena en calidad y competitiva en costes", que quiere "seguir adelante".

La decisión de Magna se sabrá en un plazo de dos meses, cuando finalicen los estudios y auditorías en todas las plantas de GM Europa, un total de nueve en cinco países bajo la marca Opel, y una plantilla de 52.000 trabajadores.

El directivo de GM España ha señalado que por ahora no se ha planificado ninguna otra visita a la fábrica zaragozana, aunque ha dicho que están abiertos a cualquier consulta o aclaración sobre su funcionamiento.

Tras mostrarse muy preocupado por las previsiones del mercado automovilístico en los próximos meses, ha dicho que está muy contento porque la planta podrá iniciar la fabricación de la nueva generación del Opel Meriva a partir de abril de 2010, gracias al aval de 200 millones de euros concedido por el Gobierno de Aragón.

Rytwinski ha explicado que Figueruelas ya ha hecho los preparativos para la producción del Meriva, del que ya han producido alguna unidad piloto y, aunque todavía no hay fecha para la firma definitiva del aval, ha asegurado que tendrán "paciencia".

Al acto ha asistido el consejero de Industria del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, quien ha afirmado, por su parte, que el aval comprometido por la administración autonómica está "perfectamente aprobado", y ha precisado que el Ejecutivo autonómico está a la espera de que la compañía lo requiera para el lanzar el Meriva.

Aliga ha apuntado que tanto GM como el Gobierno de Aragón están haciendo gestiones con diferentes entidades financieras para la concesión de los créditos necesarios para la puesta en marcha de la nueva generación del monovolumen de Opel.

Ha confiado en que, de acuerdo a la información manejada por el Gobierno de Aragón, el futuro Figueruelas se conozca a mediados de julio, una vez que Magna haya concretado el plan de reestructuración para la multinacional y lo haya sometido a la opinión de los trabajadores.

El consejero ha insistido en que los gobiernos central y autonómico van a intensificar los contactos con las diferentes partes implicadas para garantizar que Figueruelas sufre el menor ajuste posible.

De hecho, ha asegurado que ya se producen numerosos contactos, "aunque no todos se hagan públicos".

El Gobierno de Aragón "no va a parar" porque, una vez que se conozca el plan de reestructuración, tendrá que volver a "emplearse a fondo" para lograr la adjudicación de la futura generación del Opel Corsa, modelo que, junto al derivado comercial Combo y el monovolumen Meriva, se produce actualmente en Figueruelas.