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El fiscal pedirá 13 años para un etarra encargado de colocar coches-bomba

EFE

La Audiencia Nacional juzgará el próximo viernes al etarra Ismael Berasategi Escudero, para quien el fiscal pide 13 años de cárcel por preparar y colocar coches-bomba en distintas zonas de España a lo largo del año 2001.

Ismael Berasategi es el terrorista que logró fugarse de la cárcel francesa de La Santé en agosto de 2002, gracias a la ayuda de su hermano, que le suplantó aprovechando una visita al locutorio.

Cinco meses después de su fuga, Berasategi fue arrestado, en enero de 2003, en el suroeste de Francia, junto a la presunta miembro del aparato logístico de ETA, Laurence Guimon.

Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, Berasategi, junto a los ya condenados por estos hechos Xabier Zabalo Beitia y Ainhoa Barbarín, integraban el "comando Behorburu" de ETA, dedicado a la preparación de vehículos que habían sido previamente robados (por ellos mismos u otros miembros de la banda) para su preparación y posterior utilización como coches bomba.

Para ello, Berasategui y Zabalo constituyeron una empresa denominada "Zipistrin" en la localidad de Urretxu (Guipúzcoa), donde bajo apariencia de normalidad se dedicaban al lavado y limpieza de vehículos facilitando la cobertura necesaria para ocultar los vehículos robados, sustituir las matrículas y prepararlos como coches-bomba.

Posteriormente, Barbarín y Berasategui se encargaban de trasladar los coches a la localidad elegida para cometer el atentado.

Con este método, los terroristas colocaron varios vehículos cargados de explosivos en diferentes puntos de España a lo largo del año 2001.

Este fue el caso del coche bomba que fue desactivado antes de explotar el 26 de julio de ese año en el aeropuerto de Málaga; el que explosionó el 18 de agosto en las inmediaciones del hotel Cala Font de Salou (Tarragona); el colocado el 27 de agosto de agosto en el aparcamiento de Barajas, que explosionó mediante un dispositivo de retardo; o el que estalló el 1 de octubre en las inmediaciones de los juzgados de Vitoria.

En los registros practicados en los domicilios de los tres etarras se intervinieron armas, temporizadores, numerosa documentación y matrículas falsas, material para la sustracción de vehículos, así como instrucciones para la elaboración de artefactos explosivos.

En concreto, en el domicilio del acusado Ismael Berasategui fueron intervenidos 63,3 kilogramos de dinamita, varias pistolas con sus cargadores llenos, cartuchos, placas de matrículas falsas, un escáner, útiles para el robo de vehículos y montaje de coches bomba, así como manuales de explosivos y diversa documentación.

El fiscal considera que los hechos constituyen los delitos de tenencia ilícita de armas, depósito de explosivos de carácter terrorista y falsificación de documento oficial, y pide 13 años de prisión para el acusado.

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