Varios cientos de personas que se manifestaron contra el Expediente de Regulación de Empleo de Nissan arrojaron botellas, bengalas y vallas contra la sede de la compañía japonesa en Barcelona el martes.

Los manifestantes se dieron cita en el centro de la ciudad para protestar contra la decisión de Nissan de recortar 1.680 puestos de trabajo en su planta barcelonesa a causa de la débil demanda.

Estas protestas coincidieron con las manifestaciones contra el cierre de un astillero en Gijón, donde se hicieron barricadas en las calles con neumáticos y se lanzaron bengalas.

Cuando Nissan anunció los despidos en octubre, dijo que la crisis económica mundial había causado una caída dramática en las ventas de vehículos, y que las nuevas exigencias del mercado en materia de emisiones de CO2 habían recortado la demanda de modelos 4x4.

Volkswagen y Ford también han anunciado despidos en sus factorías de España en las últimas semanas a causa de la caída en la demanda.

Las ventas de coches en la Unión Europea cayeron un 4,4 por ciento en los primeros nueve meses del año respecto al año anterior, según la asociación de fabricantes ACEA.

Nissan anunció que a finales de año y una vez implementado el recorte de los 1.680 puestos, el fabricante de coches, participado en un 44 por ciento por Renault, tiene previsto eliminar en la planta de Barcelona uno de sus tres turnos para reducir la producción y garantizar la viabilidad de la empresa.

Nissan, que cuenta con un total de 6.300 empleados en España, tiene otras dos factorías en Ávila y en Cantabria.