Los malos datos de la EPA, con la tasa de paro más alta de la historia (26,02%) y la inminencia de la cifra de los seis millones de parados, han provocado que el Gobierno introduzca matices en su discurso. Hasta hoy era habitual oír a Luis De Guindos, ministro de Economía y Competitividad, decir que 'a finales de 2013' empezaría a crearse empleo en España, pero, tras conocer los malos datos de la EPA, el Ejecutivo ha cambiado el paso: este jueves, a través del secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, reconocía que el fin de la destrucción de empleo puede retrasarse hasta 'principios de 2014'. 

Aunque todo el mundo da por hecho que en el primer trimestre de 2013 se superará la barrera de los seis millones de parados, Jiménez Latorre evitó pronosticar si el número de parados rebasará o no esa cifra. Latorre sí admitió que los datos del paro reflejan la fuerte contracción de la actividad económica en el cuarto trimestre de 2012 'por la concentración de buena parte de medidas de ajuste que se adoptaron en 2012, en concreto la subida del IVA y la supresión de la paga la extra de los funcionarios'. 'Los recortes inciden obviamente sobre la actividad económica, pero es necesario poner las cuentas en una senda sostenible', añadió.

Jiménez Latorre defendió los recortes del Gobierno —'eran necesarios'— y puntualizó que que la subida del IVA tendrá una incidencia 'temporal' en la economía. Más allá de las cifras, puso el acento en que las reformas puestas en marcha por el Gobierno están 'sentando las bases' de la recuperación económica. En ese sentido, también defendió las bondades de la reforma laboral: 'Era necesaria, fue ambiciosa y ha sido valorada positivamente por organismos internacionales y los mercados. Idealmente había que haberla adoptado antes de la crisis. No se hizo y era un decisión inaplazable'. 

Pero en su discurso Jiménez Latorre olvidó la otra parte de la ecuación: hay consenso entre los expertios al señalar que la economía española debe crecer entre el 1,5% y el 2% para ser capaz de crear empleo de forma sostenida. Y eso no va a ocurrir en 2013: todas las previsiones dicen que el PIB caerá entre un 0,5% y un 1% este año. Para 2014 se prevé un cierto crecimiento tanto en tasas intertrimestrales como interanuale, pero quizá sea insuficiente para reducir el desempleo.

Algunos analistas alertan sobre el escenario excesivamente optimista que pinta el Gobierno y aseguran que a corto el empleo seguirá cayendo. 'El Gobierno espera que el desempleo baje en 2013, pero parece una previsión demasiado optimista teniendo en cuenta la débil actividad económica prevista. Esto va a continuar en el futuro dado que la mayor parte de los recortes en el sector público aún no se ha hecho', dijo a Bloomberg Ricardo Santos, economista de BNP Paribas en Londres.

'El pronóstico del Gobierno español de que el PIB sólo caerá un 0,5% este año es optimista. Nosotros creemos que el PIB español caerá un 2%. Los riesgos y la inercias negativas en la economía española persisten', insiste Jonathan Loynes, economista jefe para Europa de laCapital Economics Ltd.

'Todavía no hemos visto el techo de la tasa de paro', dice un analista

Sin crecimiento no habrá empleo y aunque el Gobierno sigue afirmando que la tasa de paro dentro de un año será ligeramente inferior a la actual (su previsión es que estará en el 24,3% a finales de diciembre de este año), ya no es tan tajante a la hora de poner fecha concreta a una recuperación visible del empleo. Porque a corto plazo esl panorama es negrísimo, tal como recuerda a Reuters Estefanía Ponte, directora de estrategia y de economía de Cortal Consors:  'Creemos que en la primera parte del año la tasa de paro se puede acercar al 27% y creemos que el riesgo de destrucción de empleo continúa siendo elevado'.

'Yo creo que todavía no hemos visto el techo de la tasa de paro y que la ocupación va a seguir cayendo en el primer trimestre de este año', añade José Luis Martínez, estratega de Citigroup.

Y ni tan siquiera la tregua que han concedido a España los mercados va a aliviar la situación.  Sara Baliña, economista jefe de Analistas Financieros Internacionales (AFI) pone el dedo en la llaga: 'Es necesario hacer una distinción entre los mercados y la economía real, que sigue siendo preocupante'.

AFI pronostica una tasa media de desempleo del 27,3% este año. 'Los esfuerzos de consolidación fiscal más tendrán que ser hechas y las exportaciones no alcanzan para compensar un deterioro de la demanda interna'.