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Herbie Hancock decepciona con su último trabajo en los Veranos de la Villa

EFE

La perfección no existe, por más que uno sea figura indispensable del jazz contemporáneo y se llame Herbie Hancock. El pianista estadounidense presentó esta noche en Madrid su último álbum de estudio, "The imagine project", un trabajo menor que, en consecuencia, deparó un concierto menor.

Sobra discutir a estas alturas la enorme talla musical de Hancock, responsable de una discografía extensa, rica, variada y aplaudida por públicos de todo el mundo. Así lo atestiguan sus doce premios Grammy y las cuatro décadas que lleva acumulando éxitos de forma continuada.

Pero hasta el mayor genio se encuentra sometido a los caprichos de las musas, y la inspiración no fue la mejor compañera de Hancock en la elaboración de "The imagine project", un disco de versiones en el que se mezclan músicas de todo el globo.

No ha tenido empacho el pianista en asumir múltiples riesgos a lo largo de su dilatada trayectoria, en la que ha sabido retorcer las notas y las melodías para conseguir propuestas sorprendentes, pero en su nuevo disco peca precisamente de lo contrario, de recorrer un camino demasiado facilón para alguien de su categoría.

En cualquier caso, los 1.500 espectadores reunidos en el escenario Puerta del Ángel pudieron disfrutar con algunas muestras del cancionero más selecto de Hancock, como el delicioso ejercicio funk "Actual proof".

El espíritu de John Lennon se hizo presente con los acordes de "Imagine", la primera pieza extraída del nuevo disco de Hancock y una de las que más críticas ha recibido por parte de la prensa especializada.

La velada retrocedió en el tiempo a 1962 con "Watermelon man", el éxito que lanzó a la fama a Hancock tras su fichaje por el prestigioso sello de jazz Blue Note, que tuvo lugar cuando apenas contaba 22 años.

"Tamatant tilay/exodus" continuó el repaso a "The imagine project" antes de que sonara "Court and spark", una de las composiciones con que Hancock rindió homenaje a Joni Mitchell en el álbum "River: The Joni letters".

Los mejores minutos de la velada llegaron con un sabroso 'medley' que reunió obras míticas del artista, como "Maiden voyage", "Dolphin dance", "Canteloupe island", "Round midnight" o "Speak like a child".

Algo verde en su dominio del castellano, la cantante Cristina Train realizó una interpretación más que 'sui generis' de "La tierra", un tema popularizado por el colombiano Juanes.

Mejor nivel mostraron "Don't give up", de Peter Gabriel, y "Space captain", un tema compuesto por Matthew Moore que precedió a "Change is gonna come", del mito del soul Sam Cooke.

La persiana se bajó definitivamente con "Chameleon", una cascada de ritmo irresistible que forma parte del legado más insigne del pianista nacido en Chicago.

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