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La importancia de los gestos es el éxito de la primera visita oficial de Gordon Brown

EFE

El primer ministro británico, Gordon Brown, que pidió a Pekín la inversión en el Reino Unido de parte de sus gigantescas reservas para impulsar la economía y crear empleo, visitó hoy Shanghai, la capital económica y financiera de China.

Conocedor de la importancia de los gestos para el liderazgo chino, no le faltaron desde antes de viajar en esta su primera visita oficial como jefe del Gobierno británico, aunque como ministro de Economía que fue de Tony Blair está muy informado y firmó en 2005 una declaración de impulso a la cooperación.

Entre ellos, se encuentra haber recibido el 14 de enero en Downing Street a los jugadores chinos Dong Fangzhuo, del Manchester United, y Zheng Zhi, del Charlton Athletic, así como aprobar el denominado festival "China Now" o "extravagancia cultural" que ofrecerá más de 800 eventos en todo el país durante el año.

También, el conocido pianista chino Lang Lang será invitado a actuar en Londres en el marco de la celebración del festival.

Ya en Pekín, su claridad en afirmar que su política de "una sola China" es inamovible, le valió la felicitación tanto del primer ministro, Wen Jiabao, como del presidente, Hu Jintao, con quien se reunió tras asistir a un partido de ping-pong chino-británico.

"Apreciamos la adherencia británica a la política de 'una sola China', su clara oposición al planeado referendo de las autoridades de Taiwán sobre la entrada en la ONU y el apoyo a la reunificación pacífica de China", manifestó Hu.

"Estoy convencido de que mientras ambas partes miren hacia el futuro y se esfuercen, China y el Reino Unido superarán diferencias de tradiciones, sistemas sociales y niveles de desarrollo y forjarán una alianza que beneficie a ambos pueblos y al mundo", añadió Hu.

Exhibiciones y actividades en cine, cocina, música, literatura, diseño, ciencia, tecnología, deporte y educación, intentarán en el Reino Unido durante el año, estrechar vínculos entre británicos y chinos, algo que los líderes dijeron que desean.

Unos 100.000 chinos estudian en el Reino Unido y miles de británicos, según el portavoz de Asuntos Exteriores chino, Liu Jianchao, se forman en China, principalmente en mandarín.

"En esta visita quedó claro que la 'buena sociedad' británica (fórmula acuñada por el Partido Laborista) es compatible con la 'sociedad armoniosa' que construye China", dijo Liu a la prensa al informar de los resultados del paso de Brown por Pekín.

Liu aplaudió el compromiso del Reino Unido con el libre comercio y contra el proteccionismo, "y Brown y Wen estuvieron de acuerdo en que la economía global debe ser abierta", añadió, y reconoció que el primer ministro británico pidió prioridad para el Reino Unido en la inversión estatal exterior.

Brown dejó claro que la Corporación de Inversión de China (CIC), órgano estatal inversor a la que pidió instale su primera oficina en Londres, ha de operar comercialmente y con los principios de la City en transparencia y gobierno corporativo.

Intento además convencer a Pekín de que abra más su mercado a empresas británicas, principalmente del sector financiero.

En la comparecencia conjunta ante la prensa, Wen dejó claro que la CIC invertirá "sólo" entre 60.000 y 70.000 millones de dólares fuera, pues inyectará dinero en bancos comerciales de propiedad estatal para sostener su reforma.

Para Brown, la cooperación económica puede originar "gigantescos beneficios" en los próximos años.

No podría haber oído mejores palabras Pekín, que soportó reticencias estadounidenses cuando la CIC adquirió recientemente el 9,9 por ciento del banco Morgan Stanley por 5.000 millones de dólares.

Pero, Brown vio aceptado el objetivo de alcanzar los 60.000 millones de dólares en comercio para 2010, que incluyen productos de ciencia y tecnología, muy necesitados por China.

El liderazgo británico en servicios financieros, innovación y desarrollo sostenible en las industrias urbanas, tecnología mundial en energía limpia, nuevos materiales y protección medio ambiental abren muchas vías al comercio, según expertos chinos.

La inversión británica en China alcanzó los 14.700 millones de dólares en 2006, la primera en la UE, con un comercio de 40.000 millones de dólares, el 11,7 por ciento del total de la UE, el mayor socio comercial del país asiático (con 356.150 millones de dólares).

El Reino Unido es el mayor inversor europeo en China y con la crisis estadounidense de las hipotecas de alto riesgo, los negocios con el gigante asiático son más importante que nunca, destacaron expertos.

También fue el primer país en reconocer a la República Popular de China y ambos intercambiaron encargados de negocios en 1954 y embajadores en 1972 con las relaciones en aumento, a pesar de las tensiones hasta el regreso de Hong Kong a China con los laboristas.

Vía de cooperación será también la olímpica pues los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 sucederán a los de Pekín en 2008.

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