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"La incertidumbre es terrible"

La familia de Sergio Muñoz vive con angustia y temor la situación de su hijo

RAMIRO VAREA/MADRID

La desesperación y la angustia se han adueñado de Eduardo y Manoli, los padres de Sergio Muñoz, uno de los siete españoles detenidos en Chad desde el pasado viernes. Tanto, que ni siquiera se ven con fuerzas para atender a los numerosos medios de comunicación que no cesan de telefonear a su hogar, en la tranquila isla de Menorca. 'Están destrozados, fatal, pasando una incertidumbre terrible porque no saben cómo va a acabar toda esta pesadilla', señaló ayer a Público José González, portavoz de la familia Muñoz. 'Seguimos sin novedades y a la espera de ver si hay algún avance en las próximas horas', relató González, quien reconoció la 'inquietud' que viven los Muñoz, ya que 'por desgracia' no saben qué puede suceder.

Los padres de Sergio no han podido hablar con su hijo ni con ninguno de los tripulantes del avión de la compañía Girjet, fletado por la ONG francesa Ar ca de Zoé, acusada por las autoridades chadianas de rapto y secuestro ilegal de niños. La preocupación 'se ha disparado' los últimos días en los hogares de los españoles retenidos en África.

'Sergio tenía pensado venir unos días a Menorca en cuanto volviera de su viaje a Chad', indicó José González, quien se lamentó de lo 'difícil y complicado' que está resultando el proceso de negociación, aunque confía plenamente en el Ministerio de Asuntos Exteriores. La familia de Sergio 'no entiende' los motivos que han llevado a la detención del joven y de sus compañeros de trabajo, ya que lo único que hicieron 'fue pilotar un avión contratado', en este caso por una ONG .

Esta misma sensación la viven los familiares de Tatiana Suárez, una de las azafatas retenidas junto a Sergio Muñoz. 'Si hace dos días esto parecía que no era nada, ahora se ha complicado', explicaron a Efe unas amigas de la chica. 'Verla así en la tele fue un palo enorme', reconocieron. Tatiana es natural de Arriondas, en Asturias, aunque hace tiempo que dejó el pueblo. Sus vecinos esperan que el caso se resuelva cuanto antes. Sus amigas quieren verla, otra vez, junto a ellas, para hacerle una fiesta de bienvenida.

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