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Los indicadores de riesgo tocan nuevos máximos

Los analistas creen que la presión sobre la deuda española seguirá hasta diciembre

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Los indicadores con los que los mercados evalúan el riesgo de impago de un país volvieron a vivir una jornada de presión y tocaron sus niveles más altos de los últimos meses, aunque terminaron el día con una relativa calma.

El diferencial de la deuda española a diez años con su equivalente alemán superó en las primeras horas de la sesión los 200 puntos porcentuales básicos; y llegó hasta los 208 puntos superando los niveles de julio previos a la publicación de los test de estrés sobre la banca española (uno de los elementos que contribuyó a relajar, entonces, la presión de los mercados sobre la deuda). Sin embargo, la tensión se moderó posteriormente, y el cierre quedó en 198 puntos, por debajo del nivel de la víspera.

El buen resultado de una subasta de letras de Grecia calmó al mercado

Similar recorrido siguieron los seguros sobre el riesgo de impago, conocidos por las siglas CDS (credit default swaps), que llegaron a superar a lo largo del día el máximo histórico de 275 puntos registrado a comienzos de julio. Pero terminó la jornada en torno a los 265 puntos, ligeramente por encima del día anterior.

Las tensiones sobre la deuda soberana, que afectaron de forma generalizada a los países periféricos de la eurozona (España, Grecia, Irlanda y Portugal), comenzaron a ceder a mediodía, cuando se conocieron los positivos resultados de una emisión de letras a seis y 12 meses del Tesoro griego. Logró colocar 390 millones, con una sobredemanda de cinco veces, aunque a un tipo de interés elevado. También ayudaron a relajar la presión unas declaraciones del comisario de Asuntos Económicos de la UE, Olli Rehn, de visita en Dublín, donde abrió la posibilidad de renegociar anualmente el severo plan de ajuste de Irlanda según mejore su economía. En principio, prevé ahorrar hasta 15.000 millones, para llevar su déficit desde el 14% del PIB actual hasta el 3% en 2013.

Bruselas abre la posibilidad de renegociar el ajuste de Irlanda

Los indicadores de riesgo de la deuda vienen ascendiendo desde hace tres semanas, por la desconfianza de los mercados a que los países periféricos cumplan con sus compromisos de contención de sus déficit y de puesta en marcha de reformas estructurales. La presión está recayendo en los últimos días especialmente sobre Irlanda y Portugal (que acaban de aprobar fuertes recortes presupuestarios para 2011), se mantiene sobre Grecia (de la que se dudan sus cifras macroeconómicas), y alcanza de rebote a España y, en momentos, a Italia.

Según los analistas, esta situación se mantendrá, al menos, hasta diciembre. El próximo mes, la Comisión Europea tiene que decidir sobre la constitución de un mecanismo permanente de resolución de crisis. Las declaraciones de miembros del Gobierno alemán en la última cumbre de la UE apuntando que los acreedores privados tendrían que aceptar una quita en el caso de una reestructuración de deuda no ayudaron a calmar los ánimos de los inversores. Los mercados están especulando con la posibilidad de que alguno de los países de la periferia europea esté en riesgo de quiebra y tenga finalmente que acogerse al paraguas del plan de rescate. Por eso, los mercados miran con lupa las próximas subastas de deuda. España celebra una de letras, el día 16, y otra de obligaciones, el 18.

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