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Los inmortales The Cure guían al Primavera Sound en un viaje por el tiempo

EFE

El Festival Primavera Sound, que reúne en su cartel la vanguardia del rock y el pop, ha hecho hoy un viaje al pasado de la mano de The Cure, que ha ofrecido un concierto largo y completo, en el que han demostrado porqué son un referente para tantas generaciones de músicos.

Robert Smith ha aparecido sobre el escenario rodeado de humo blanco, como corresponde al rey del post-punk, que lleva más de treinta años pintándose la cara de blanco y despeinando su pelo como si acabara de salir de la tumba.

Los británicos, que han vuelto hoy a España tras tres años de ausencia, han desgranado los temas de su álbum "Wish", tal como habían anunciado, pero no se han limitado a este disco, sino que han tenido tiempo de recorrer buena parte de su discografía y de ofrecer algunos de los temas que ya se han convertido en himnos.

Antes que The Cure ha actuado en este mismo escenario Rufus Wainwright, que ha aprovechado que estaba en el escenario más grande del festival para traer el piano de cola, un saxo, dos coristas, dos guitarras, el bajo y el teclado.

Todo al servicio de las melodías sensibles y emotivas de este rey del pop, que es tan conocido por sus dotes musicales como por su vida privada.

En el escenario Mini ha actuado Christina Rosenvinge que ha dado un concierto sólido, con Raul Fernández (Reefre) a la guitarra, pero que ha reunido poco público porque ha coincidido con The Cure.

De camino del concierto de Rosenvinge al de The Cure, los presentes se ha sorprendido de encontrar sobre el escenario Ray-ban a Afrocubism, un proyecto que combina músicas latinas con africanas y que parece fuera de lugar en este festival tan anglosajón.

No obstante ha sido bien recibido por el público, que ha agradecido el cambio de tercio bailando alegremente.

Lejos del olor a cerveza y sudor de los conciertos multitudinarios de la zona central del Festival, el Auditori ha abierto hoy sus puertas sumando un escenario más los ocho que ya dieron el do de pecho anoche.

El Auditori es un espacio cerrado, donde el Primavera Sound programa conciertos acústicos y recitales que precisan de cercanía por su tono pausado o su espíritu arriesgado.

En su interior, el público está sentado y hay aire acondicionado, pero semejantes comodidades no se consiguen fácilmente en un festival multitudinario como el Primavera Sound.

A las 18,00 horas la cola para intentar entrar a ver a Jeff Mangum dibujaba tantas curvas que daba vértigo, pero hay que tener en cuenta que la expectación era máxima porque el líder de Neutral Milk Hotel se prodiga muy poco.

El de Louisana está en paradero desconocido desde que se deshizo esta banda de culto de los noventa, aunque últimamente está volviendo poco a poco a los escenarios.

Con melena desaliñada, gorra, camisa a cuadros y tres guitarras, Jeff Mangum ha aparecido sobre el escenario con cara de pocos amigos.

El aspecto de lobo solitario obligado a salir de su guarida se ha ido suavizando conforme ha ido avanzando el concierto, en el que ha demostrado que él solo, con su voz y su guitarra, se basta y se sobra para despertar todo tipo de emociones, especialmente las más inquietantes.

Sus raíces folck han sido las protagonistas en este concierto, que el público ha aplaudido a rabiar y en el que un espectador incauto se ha atrevido a pedir canciones nuevas. "No, no tengo canciones nuevas", ha respondido lacónico.

En este mismo escenario se ha podido disfrutar del folk preciosista de la jovencísima Laura Marling y de la veteranía de Marianne Faithfull.

Feithfull, que lleva sobre las tablas la friolera de cincuenta años, ha iniciado el concierto con el single de su último disco "Horses And High Heels".

Aunque ha perdido la belleza prodigiosa de su juventud, Faithfull conserva una voz grave y rasgada que sabe llevar a cualquier terreno y que en esta ocasión ha utilizado para interpretar temas de Dolly Parton, Randy Newman o The Decemberists.

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