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"Estar en las instituciones del Estado supone para Amaiur una oportunidad y una obligación"

Iker Urbina Fernández (Vitoria, 1977) es uno de los siete parlamentarios de Amaiur. Abogado defensor de personas del entorno de la banda terrorista ETA, es partidario 'de la independencia de Euskal Herría', aunque considera que la

JUAN ANTONIO BLAY

Iker Urbina Fernández (Vitoria, 1977) es uno de los siete parlamentarios de Amaiur, la coalición que representa la opción de la izquierda abertzale que superó en votos al PNV en las últimas elecciones generales. Abogado defensor de personas del entorno de la banda terrorista ETA, es partidario 'de la independencia de Euskal Herría', aunque considera que la opción no está plenamente asumida por la sociedad vasca. Es más contundente al afirmar que el conflicto vasco permanece y que solo se solucionará en una negociación en la que participe 'el Estado español reconociendo sus orígenes'.

Amaiur llega por primera vez al Congreso en 2011 con 7 diputados y no tiene grupo parlamentario. ¿Primera decepción?

¿Decepción?, bueno ..., fue la constatación de algo que se ha ido confirmando a lo largo de este año y medio, ¿no?. Lo que representa Amaiur es una posición incómoda en el Estado porque, fundamentalmente, cuestiona los pilares del actual modelo. Era de esperar ...;: además, y se ha constatado en las últimas semanas, hay un intento de ocultar lo que representa Amaiur ..., eso se ha reflejado en las rondas de contactos de los ministros con los grupos parlamentarios porque, casualmente, se olvidan de Amaiur; también los socialistas, ¡eh!.

¿Cree que fue una decisión premeditada por parte de un PP con mayoría absoluta?

No tengo la menor duda de que fue una decisión política para tratar de limitar lo que podía significar la voz de Amaiur. Posteriormente el Tribunal Constitucional no admitió el recurso que planteamos y fue una decisión consecuente con lo anterior. Resulta insólito desde el punto de vista jurídico que no entrase en el fondo cuando se trataba de derechos fundamentales. Creo que el TC trató de evitar el debate sobre cuestiones que no había tratado nunca.

El presidente Posada en una entrevista en Público dijo que los diputados de Amaiur se portan perfectamente y que no tenía queja alguna. ¿Piensa que había prejuicios sobre cuál iba a ser la actitud de ustedes?

Sí, sin lugar a dudas que los había. Tenga en cuenta que la actitud de Amaiur siempre ha estado y está muy criminalizada; siempre se le ha tratado de vincular con situaciones de desorden, de ponerlo todo patas arriba ...; y, efectivamente, nuestra intención es ponerlo todo patas arriba pero en la práctica política, en el debate político. No oculto que lo que intentamos es conseguir nuestro propio Estado ..., pero más allá de todo eso había, sin duda, una intencionalidad de desgastar, de criminalizar los planteamientos políticos de Amaiur.

¿Tienen la misma impresión respecto al presidente Posada?

Mire, yo respecto al señor Posada debo decir que me ha sorprendido. No le conocía y salvo en un par de ocasiones muy concretas su manera de gestionar y llevar el debate en el Congreso me parece que es digna de reseñar. Es algo que nosotros hemos significado..., ya digo salvo un par de ocasiones y, claro, la decisión inicial respecto al grupo...

Después de año y medio, ¿qué reflexión hace Amaiur de su papel en el Congreso?

Llegamos con varios objetivos en mente, fundamentalmente de traer la voz de Euskal Herría, o al menos de una parte de Euskal Herría al Congreso. Creo que en ese nivel, con las limitaciones que hay y las barreras que se están poniendo, bueno... creo que estamos consiguiendo trasladar esa reivindicación. Teníamos otro tipo de objetivos como ir tendiendo puentes, no solo en el Congreso si no en el entorno socioeconómico de Madrid, que es donde estamos... Creíamos que era muy importante de cara a la resolución del conflicto esos puentes, esas confianzas con sectores que, quieras que no, por la propia criminalización a la que aludía o por el mal hacer nuestro, se habían distanciado. En año y medio ha habido posturas que hemos ido acercando... Queda mucho trabajo y lo refleja cómo está el asunto de la resolución del conflicto. Es complicado acercar posturas..., especialmente por las posiciones con las que se mueven los partidos mayoritarios, PP y PSOE. Por lo tanto, trabajo se ha hecho, positivo..., y queda mucho trabajo y los límites están muy marcados.

Si Amaiur y lo que representa no se consideran parte de España, ni siquiera de una concepción federal del Estado, ¿qué les dice a quienes se preguntan qué es lo hacen en el Congreso y en el Senado?

Amaiur es una coalición con formaciones de diversa trayectoria. Bueno, se llega a una conclusión que consiste en que hay que aprovechar todas las opciones que se nos pongan a nuestro alcance para hacer ese trabajo de confrontación política pero que también sea didáctico para que se conozca lo que planteamos. Poder estar en las máximas instituciones del Estado suponía una oportunidad y, casi, una obligación. De lo contrario nos encontraríamos absolutamente limitados. Nos lo hemos planteado en clave de oportunidad y de construir ese camino que tenemos que realizar entre todos.

¿Se equivoca quien piense que ustedes están aquí de oyentes?

Por supuesto. Amaiur no está de oyente, ha venido, claramente, a desempeñar un trabajo y cumplir unos objetivos que son complicados... Venimos a confrontar políticamente con el Estado, pero no solo en relación al modelo territorial; también planteamos confrontación ideológica en los parámetros sociales. Defendemos un cambio de modelo socioeconómico. Son dos ideas que van conjuntas. En todo caso, nada de oyentes.

¿Qué interlocución tienen con el grupo popular y su portavoz?

En términos generales y oficiales es inexistente..., y no es porque no queramos o no lo hayamos intentado. Nuestro propósito inicial es el de mantener unas relaciones normales con todos los grupos. Más allá de eso hay relaciones personales, pero el PP cuida muy mucho qué relaciones mantiene con Amaiur.

¿Les ha llamado alguna vez el presidente Rajoy o alguien desde Moncloa?

(Sonríe ligeramente). No, no... Ya le dicho que en los últimos tiempos se ha acrecentado la sensación de querer aislar a Amaiur..., por ejemplo, en la última ronda del ministro Wert pues se ha olvidado de Amaiur. No es un despiste, tiene una connotación política.

¿Y con el grupo socialista y su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba?

Es complicado también... es verdad que la relación con los diputados del grupo socialista es más natural, pero en parte ocurre lo mismo que con el PP: la dirección se cuida muy mucho de qué fotos o que acuerdos pueden tener con nosotros. Hubo un momento muy significativo para hacer una foto conjunta de la oposición frente al PP a la hora de recurrir los recortes sociales y se vetó la presencia nuestra. Otra cosa son las relaciones personales con todos los diputados socialistas.

¿Les llamó Rubalcaba para sumarse al acuerdo que planteó de cara al Consejo Europeo del día 27?

Es cierto que recibimos una carta de Rubalcaba haciendo referencia a lograr un pacto de Estado entre todas las formaciones, convocándonos a una reunión. Tuvo una respuesta positiva, por supuesto, discrepando de los planteamientos económicos que nos presentaba ... Nosotros consideramos que hay un déficit democrático y que hay que abordar una triple crisis: la territorial, la económica y la políticas. Sobre esos planteamientos queríamos hablar con Rubalcaba y ver cómo se solucionan. Pero percibimos que hay un bloque que desea un cambio de modelo. Es un error porque creemos que existe una alternativa que pasa por un cambio del modelo social.


¿Cómo son las relaciones en el grupo mixto, con 18 diputados y ocho formaciones políticas distintas?

Fue complicado hasta encajarlo todo, pero la relación es cordial pese a algún intento de presentar la situación como caótica.

Tras el comunicado de ETA el 20 de octubre de 2011 anunciando el abandono definitivo de la violencia todo el mundo, con mayor o menor énfasis, coincide en que hay una situación nueva. Sin embargo, no hay coincidencia en cómo se gestiona. Déme su opinión pragmática, no teórica.

Aquí hay una cuestión fundamental que al final hay que superar porque de lo contrario la dialéctica se convierte en un problema, ¿no?. Y es la respuesta a una pregunta: ¿qué es lo que ocurrió en estas últimas décadas en Euskal Herria?. La respuesta es lo que marca las soluciones. Primero, hay un problema político que se ha traducido en la imposición de un modelo en Euskal Herria, y a eso hay que darle solución en el marco del derecho a decidir libremente; y no es sencillo porque requiere mucha arquitectura política y consensos entre todos, insisto, entre todos. Y dos, todo lo relativo a las consecuencias de las diferentes violencias que han existido en estos años. Es fundamental el reconocimiento de las diferentes violencias, aunque compartir el por qué de su existencia es casi imposible, pero es necesario ese reconocimiento y a partir de él reconstruir la convivencia. Hay un trabajo inmenso que requiere una voluntad política por parte de todos.

En las últimas semanas hay quienes han puesto en duda la veracidad de lo que decía aquel comunicado. ¿Usted cree que no hay vuelta atrás?

Yo no tengo la menor duda. Quien haga ese tipo de lecturas tiene una voluntad de involucionar, de mantener la actual situación.., una prueba es la detención reciente de dos personas...; el problema, en el fondo, es que el Estado (español) no tiene una oferta política democrática para Euskal Herría, lo demás son artificios.

¿El problema, tras la legalización de la izquierda abertzale, son los presos?

Eh... (titubea) ..., sí. Es una cuestión fundamental. Consideramos que es prioritario resolver cualquier vulneración de derechos...

... no le planteo el por qué están presos sino si considera esa realidad como un problema

Sí, sí, ahí iba. A nuestro juicio una de las violencias del Estado es la política penitenciaria..., con la dispersión, la doctrina Parot... . Es urgente resolver eso...

... ¿la salida de la cárcel de Arnaldo Otegui facilitaría la solución?

A ver, la salida de Arnaldo Otegui y la salida de todos aquellos que tienen...

... pero Arnaldo Otegui es un referente, ¿no?

Sí, es un referente político. Pero por eso decía que también la salida de los que tienen cumplidas las condenas y se les mantiene en prisión, o los que están gravemente enfermos...; eso ayudaría a avanzar en el proceso. Arnaldo Otegui, sin duda, es una referencia política que lo que viene a visualizar es esa política penitenciaria que mantiene el Gobierno.

Usted como abogado ha defendido en los tribunales a personas vinculadas a ETA acusadas de presuntos delitos terroristas que han sido condenadas, imagino que en algún caso absueltas...

...sí, algunas fueron absueltas ...

... como profesional del Derecho, ¿hay salidas legales para los presos?

Hay muchas más, pero resaltaría algunas cuestiones. Primero, muy sencillo, quienes tienen cumplidas condenas que queden en libertad; luego, la dispersión, que en su interpretación general no tiene amparo legal y supone vulneración de derechos recogidos en la propia legislación penitenciaria...; por lo tanto, hay cuestiones que no requieren ni mover una coma del código penal...

... a su juicio, ¿qué presos están en prisión y no deberían estarlo?

Todos aquellos a los que se les ha aplicado la doctrina Parot, que son entre 70 y 80 presos; y luego las personas que están enfermas... Aquí hay una cuestión que es la adecuación del código penal en función de la lucha antiterrorista hasta el punto de se puede considerar como una legislación especial que se diferencia de lo que se aplica a delitos de otro tipo que no sean de terrorismo. Es fundamental la interpretación que se haga del código penal..., del derecho transicional; otro bloque importante saldría de la cárcel. Y luego el acuerdo político para situaciones de difícil resolución penal. En cualquier caso, la situación de los presos.

¿Cómo le explicaría a un ciudadano corriente que una persona condenada por uno o varios delitos de terrorismo debe quedar libre?

La percepción es diferente en Euskal Herría a la que existe en Madrid o en el Estado español... . Allí, aunque no todo el mundo, ¡eh!, está interiorizado que ha habido un conflicto, una confrontación, incluso por parte de quien no comparte lo que ha hecho ETA, que comporta encontrar una solución política. La cave es la solución política y la necesidad de abordarlo de una forma integral.

¿Cree que la decisión adoptada por autores de atentados terroristas de pedir perdón a las víctimas es condición sine qua non para la reinserción?

Si abordamos todo el asunto tratando de imponer un esquema de vencedores y vencidos a la otra parte creo que va a ser más complicada la solución...; al final nos vamos a encontrar que cada una de las partes pone exigencias... eso es complicado que avance, ¿no?. Lo que me pregunta, como premisa política, no sé si contribuye...

¿Qué pasa si la justicia europea rechaza la doctrina Parot?

No tengo la menor duda, es mi percepción jurídica, de que no existe otra posibilidad. El mensaje del tribunal europeo al estado español sería muy claro: tiene entre 70 y 80 personas encarceladas a las que se les están vulnerando su derecho a la libertad. La consecuencia debería ser inmediata. Y en términos políticos pondría en evidencia que la política penitenciaria que aplica el Estado español tiene un carácter de excepcionalidad.

¿Qué significado tiene el reciente movimiento de personas vinculadas a ETA que han estado años, incluso décadas, en terceros países para regresar?

Aporta la realidad de una parte del problema, que como he dichio hay que abordarlos en su integridad. Es el reflejo de que hay que contemplar el conflicto desde sus orígenes. Es una clave que contribuye al proceso de resolución al conflicto.

Ningún Gobierno español va a participar en una especie de conferencia con mediadores internacionales para negociar la disolución de ETA. ¿Cree que la banda terrorista es consciente de esto?, ¿lo es la izquierda aberzale?

¡Hombre!..., yo creo que la posición que oficialmente ha mantenido el Gobierno español en los últimos años ha estado especialmente destinada a marcar esa posición, no hay negociación, no nos vamos a sentar con ustedes, una negación absoluta incluso de la existencia del propio problema. Es evidente que la resolución de cualquier conflicto en el mundo tiene diferentes esquemas...; en Euskal Herria, tarde o temprano, con el esquema que sea, tiene que llegar a la solución... al conflicto, al desarme, a los presos... ¿Va a ser diferente en este caso?..., yo sinceramente, no creo que haya muchas fórmulas..., al final las partes implicadas deberán hablar...

...¿cómo debería desaparecer ETA?

En última instancia, esa es una decisión que le corresponde tomar a ETA. En cualquier caso, hay experiencias a nivel internacional, en otros conflictos, que nos pueden dar pistas de cómo se podría producir. En todas ellas el denominador común es la existencia de diálogo entre las partes implicadas para dar solución a los aspectos de carácter técnico y garantizar así un final ordenado que no deje cabos sueltos y que contribuya de manera eficaz a la resolución integral del conflicto. Amaiur va a contribuir en todo lo que pueda para que esa situación de ausencia de violencia sea una realidad.

¿Cómo califica la gestión del lehendakari Urkullu, bien, mal o regular?

Claramente yo entiendo que mal; hasta esta misma semana la gestión que ha puesto el Gobierno vasco encima de la mesa es más bien poco. Se dedica más a hacer equilibrios para sortear la situación económica en lugar de aportar por cambiar el modelo... Su acción para resolver el conflicto es limitada.

¿Debería tomar el camino soberanista de Artur Mas?, ¿que piensa de lo que está pasando en Cataluña?

Nuestra aspiración es que PNV, tal como se reivindica, aborde la cuestión nacional y defienda la soberanía de Euskal Herria y trabaje en pos de ello. Está en su mano. Ya querríamos, ¡claro!, pero está muy lejos de Mas. Por otra parte, vemos con preocupación como se está recolocando Mas en el pulso que la sociedad catalana había hecho frente al Gobierno español.

¿En qué momento habrá un lehendakari de la izquierda abertzale en Ajuria Enea?

¡Esperemos que sea en la siguiente elección! (ríe)..., para eso se está trabajando; bueno, se está trabajando para alcanzar un nuevo modelo y una consecuencia de ese modelo podría ser esa, ¿no?.

¿En ese momento en el que la izquierda abertzale planteará formalmente la independencia?

En estas últimas elecciones ya teníamos esa convicción..., bueno siendo conscientes de la realidad política es verdad que queda trabajo, pero bueno en la Diputación de Guipuzkoa ya se ha hecho realidad...

...¿pese al conflicto de las basuras?...

...(sonríe)...eso lo que demuestra es que hay que seguir trabajando y que no todos tienen por qué compartir unas políticas. ¿Para cuando la independencia?. Hoy ya habría una mayoría en el Parlamento Vasco y sería viable si el PNV fuera consecuente con sus planteamientos...

Oiga, sea sincero, ¿una Euskadi enmarcada en un Estado español con estructura federal no le satisface?

(Ríe abiertamente)... La cuestión es diferente. ¿Estaría yo satisfecho?, no porque yo defiendo la independencia. Pero, vamos a ver, si lo que plantea surge tras ejercer el derecho a la autodeterminación y en ese ejercicio han participado todas las opciones pues sería, por supuesto, una opción respetable y aceptable. 

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