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Irak, último reto de Milutinovic

El ex seleccionador de México, Nigeria, China o Jamaica vuelve a enfrentarse a España. El serbio asume las carencias del país asiático

LADISLAO J. MOÑINO

Antes de colgar el teléfono, el seleccionador iraquí, Bora Milutinovic, tiene un arrebato anímico: '¡Vamos Irak, vamos, Irak!'. Pura competitividad de un viejo zorro acostumbrado a transformar vestuarios de incrédulos en selecciones creíbles. Hoy (16.00 horas, Telecinco) le aguarda España, 'que juega muy bonito'. Pero a este serbio canoso inseparable de sus grandes gafas italianas le da igual: 'Ya les gané con los Pumas de México antes del Mundial 82. Y luego, con Nigeria, también les derroté en el Mundial 98'.

Desde Suramérica, África, Norteamérica o Asia, cuando un país pretende dignificar a su selección y evitar humillaciones en las grandes competiciones, el nombre de Milutinovic siempre es el primero en las listas de los presidentes federativos en apuros. Bora analiza los recursos y mira al frente con lo que tiene, que no suele ser mucho. Firma los contratos y no se queja. Asume las carencias y trabaja convencido. Aunque sólo haya podido tener 20 sesiones preparatorias desde que se hizo cargo de Irak para preparar esta Copa Confederaciones: 'Puede que hasta sean menos, pero los muchachos han hecho un gran esfuerzo y tienen entusiasmo. Por respeto al país para el que trabajo no es momento de hablar de las condiciones y de los recursos que tenemos. ¿Qué importa ahora si no han llegado bien físicamente?'. Nada es lo suficientemente importante para que el indesmayable Bora doble la rodilla cuando entra en competición. Ni siquiera que pudiera preparar la competición en Irak: 'Cuando llegué a Bagdad sentí pena por lo que vi. Tuvimos que irnos a Qatar porque allí es imposible encontrar la tranquilidad y las instalaciones necesarias'.

La clasificación para el Mundial 2010, de la que ya ha sido eliminada Irak, la tuvieron que disputar como locales en Jordania. Milutinovic siente que está al frente de la 'selección más especial' de su multicontinental carrera. Su grupo de jugadores mezcla el orgullo de alimentar las esperanzas de pacificación del país, donde cohabitan chiíes, sunnies y kurdos, con el dolor de verlo destrozado. No hubo un integrante de la selección que conquistó la Copa de Asia de 2007 que no tuviera un familiar muerto por la invasión de Estados Unidos y sus posteriores consecuencias. Incluso tuvieron que sufrir ver cómo aquella victoria también tuvo un punto desgarrador de tragedia: la celebración multitudinaria se llevó por delante a medio centenar de compatriotas por un atentado suicida. 'Jugar para tratar de hacer felices a los iraquíes debería ser suficiente motivación, pero el pueblo sufredemasiado como para que sólo el fútbol le pueda arrancar su tristeza'. Al menos, sus internacionales ya no sufren las torturas a las que eran sometidos durante el régimen de Sadam. Un penalti errado podía significar la cárcel, una mutilación o la aberrante humillación del látigo en la espalda. 'Lo importante es que hemos logrado un punto ante Suráfrica que nadie esperaba. Eso nos da la posibilidad de ser segundos'.

El señor calculadora, como lo bautizó un periodista brasileño, reflexionaba después de asistir al Italia-Estados Unidos sobre las bazas a jugar contra España: 'El fútbol son los pequeños detalles. Manejo mucha información y también tengo una experiencia que me ayuda a tomar decisiones por intuición. España es muy fuerte, con ese Xavi que tanto me hace disfrutar, pero saldremos a ganar con nuestras armas, porque yo siempre lo hago. Aunque también sabemos que no encajar muchos goles nos puede ayudar a pasar a semifinales'.

El fútbol alegre de España, que busca hoy su clasificación, entusiasma a Milutinovic, como también lo haría el poder sentarse en un banquillo español: 'Es un sueño prohibido, igual que un día poder manejar un equipo grande de Europa. Nunca nadie me llamó de España, pero soy feliz con mi carrera como entrenador'. D

 

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