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Irán, el gran protagonista de la cumbre nuclear pese a su ausencia

EFE

El programa atómico iraní será el gran protagonista de la cumbre sobre seguridad nuclear que se celebrará el lunes y el martes en Washington, pese a la ausencia de sus representantes en la reunión.

La cumbre, que busca garantizar la seguridad de todos los materiales nucleares en el mundo en los próximos cuatro años para evitar que puedan caer en manos de grupos terroristas o regímenes hostiles, no incluye en su agenda abordar países concretos.

Pero el presidente estadounidense, Barack Obama, aprovechará la cita para recabar apoyos a un nuevo conjunto de sanciones contra el régimen de Mahmud Ahmadineyad que los países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -EEUU, Reino Unido, Francia, China y Rusia- más Alemania comenzaron a debatir en Nueva York este jueves.

"Irán, creemos, será un tema de debate significativo" en la cumbre, declaró el jueves el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.

"Seguimos haciendo todo lo que podemos para lograr una resolución apropiada lo antes posible", agregó el portavoz.

Clave en este sentido será la reunión bilateral que tienen prevista el lunes Obama, que confía en lograr sanciones "firmes y duras" para esta misma primavera, y el presidente chino, Hu Jintao.

Hasta ahora, China se ha mostrado renuente a la imposición de sanciones contra el régimen iraní. Su sola presencia en Nueva York ya se considera un importante avance a ojos de EE.UU.

Washington consiguió un considerable respaldo este jueves en Praga, cuando el presidente estadounidense y su par ruso, Dmitri Medvédev, firmaron un nuevo tratado START de desarme nuclear y se reunieron, por espacio de más de una hora y media, para abordar asuntos como las sanciones.

Medvédev expresó su apoyo a sanciones "inteligentes", que no causen perjuicios innecesarios a la población iraní ni busquen un cambio de régimen pero sí induzcan a uno de comportamiento por parte de Teherán.

La clave será qué tipo de sanciones pueden satisfacer los parámetros rusos.

En su reunión, Medvédev explicó a Obama qué es lo que su país estaría dispuesto a aceptar y lo que no.

Su viceministro de Exteriores, Serguéi Ribakov, aseguró a la prensa que Rusia descarta un embargo sobre los productos petroleros refinados a Irán, al considerar que infligiría sufrimiento a la población de ese país.

Un alto funcionario estadounidense, Michael McFaul, indicó que esa opción "no ha quedado descartada", sin embargo.

Washington espera que una mayor sintonía con Rusia permita que China flexibilice su postura acerca de las sanciones.

"La capacidad de los presidentes Obama y Medvédev de colaborar ha sido importante y refuerza la unidad de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad para aplicar una mayor presión a los iraníes", sostuvo McFaul.

El programa nuclear iraní ocupará también un lugar destacado en la bilateral que Obama tiene prevista con la canciller alemana, Angela Merkel, durante la cumbre.

El presidente estadounidense ha hecho de la lucha contra la proliferación nuclear uno de los ejes de su política exterior.

Su nueva estrategia, dada a conocer el pasado martes, cataloga como los mayores riesgos de la actualidad el terrorismo nuclear y la proliferación.

Menciona en particular a los programas de Irán y Corea del Norte, sobre los que advierte que su "comportamiento ha aumentado la inestabilidad en sus regiones y podría generar presiones en países vecinos para plantearse el obtener armamento nuclear propio".

Ambos países serán excepciones en la nueva política atómica estadounidense, que se ha comprometido a no emplear ni amenazar con armas atómicas a los países que respeten el Tratado de No Proliferación (TNP).

"Todas las opciones están sobre la mesa" en lo que respecta a esos dos países, advirtió esta semana el secretario de Defensa, Robert Gates.

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