Este artículo se publicó hace 13 años.
Italia, una deuda olvidada
La deuda italiana es el doble que la de España
Hasta julio pasado, Italia parecía haber pasado por la crisis de puntillas. Se mantenía y lo sigue haciendo con un déficit del 4,6% de los más bajos de la eurozona y una tasa de paro del 8,2%, según el Instituto de Estadística España tiene un 21,5% y la media europea está en el 10,1%. Pero cuando los ataques especulativos en los mercados de deuda soberana se centraron en los títulos de Estado del bel paese todo el mundo pareció descubrir un pufo que en realidad siempre había estado ahí: la deuda pública italiana.
Italia entró en el Tratado de Maastricht en 1997 con una deuda del 118,7% de su PIB cuando el techo era del 60%. Hoy el agujero es el doble de grande que el de España, 1,9 billones de euros que equivalen al 120% de su Producto Interior Bruto (PIB), y, unido a un crecimiento anual en la última década del 0,2%, ha convertido a la tercera potencia económica de Europa en un riesgo para la Unión Europea.
Italia entró en Maastricht con una deuda del 118% frente al 60% exigido
Con una dinámica ascendente desde los años setenta, la deuda italiana tocó techo en 1994 colocándose en el 121,8% del PIB. Desde entonces se fue reduciendo hasta 2004 (cuando llegó al 103,9%) "gracias a una serie de privatizaciones a partir del año 92 que provocaron un gran problema de redistribución de la riqueza, no produjeron la mejora de los servicios que se esperaba e hicieron que Italia perdiera el control de grandes compañías, sobre todo tecnológicas, en aquella época", explica el profesor Roberto Artoni, director del departamento de Política y Administración Pública de la Universidad Bocconi de Milán.
Artoni asegura que "la industria italiana sigue mandando en Europa", pero relaciona el escaso avance productivo con las consecuencias negativas de las privatizaciones de los primeros años del berlusconismo, "que fomentaron la desigualdad y el trabajo precario".
La línea que divide el norte del sur es una prueba de ello. La renta per cápita de Roma para abajo es un 40% inferior, y hoy en Italia un 13,8% de la población está en el umbral de la pobreza según Cáritas.
La tasa de desempleo entre los jóvenes de 15 a 24 años roza el 28%
Por eso la opinión pública reniega de las medidas anunciadas esta semana por el Gobierno para agilizar el despido y fomentar los contratos a tiempo parcial y de formación que principalmente golpean a los jóvenes. Los sindicatos han amenazado con una huelga general y, según un estudio publicado ayer, si el Gobierno hubiera aplicado esa política en los últimos tres años, el paro habría aumentado un 3%.
"Es todo parte de la receta neoliberal. Sin los jóvenes el país no crece, pero necesitamos puestos cualificados, no podemos volver a hacer de camareros", dice Artani. La tasa de desempleo entre los italianos de 15 a 24 años es del 27,6%.
Para reducir la deuda, el Gobierno aprobó en septiembre unos recortes de 54.000 millones, pero las empresas insisten en que debe apostar por el crecimiento. Piden que se rebaje la presión fiscal (de un 42,7% por el 32% de la española), que se reduzcan los costes de la política y se liberalicen los servicios locales para mejorar la competitividad.
Las empresas piden a Berlusconi que rebaje la presión fiscal
Además, exigen al Gobierno empeñarse en la lucha contra el fraude (el Estado pierde 120.000 millones al año) y olvide las amnistías que acostumbra a hacer el ministro de Economía, Giulio Tremonti, para tratar de hacer emerger el dinero negro, algo que ha criticado la OCDE repetidamente.
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