Este artículo se publicó hace 15 años.
Jackson llama a la puerta del "olimpo" de Elvis o Lennon
El cantante fallece pocas semanas antes de su prevista reaparición sobre los escenario
La muerte de Michael Jackson ha elevado al rey del pop al olimpo de los mitos musicales desaparecidos antes de tiempo, un destino que también siguieron Elvis Presley, John Lennon, Bob Marley o Freddie Mercury.
Jackson falleció el jueves a los 50 años inesperadamente en su casa alquilada en el lujoso barrio de Bel Air en Los Ángeles, pocas semanas antes de su prevista reaparición sobre los escenarios en unos conciertos veraniegos en Londres para los que ya no quedaban entradas.
A pesar de que su estrella se había ido apagando durante los últimos años, especialmente desde que fue acusado de pederastia y llevado a juicio en 2005, el controvertido rey del pop supo mantener su legado musical intacto y alejado de las noticias que hablaban de su bancarrota y cuestionaban su moralidad.
Su fallecimiento fue el último capítulo de una vida de estrella incomprendida al que nunca dio la espalda su legión de fans y que dijo adiós como mandan los cánones del estereotipo de gloria musical.
Sus seguidores le mostraron su apoyo incondicional incluso en los momentos más difíciles, cuando estaba acosado por las acusaciones de abuso infantil, de las que finalmente fue declarado inocente, y la opinión pública criticaba sus excentricidades.
Jackson al pop, Elvis al rockCon su muerte, el pop quedó huérfano de rey y sin un heredero claro, al igual que le ocurrió al rock cuando Elvis Presley desapareció tras sufrir un infarto en 1977 a los 42 años, los dos iconos más relevantes de la historia de la música moderna.
El Beatle John Lennon, símbolo del activismo pacifista, murió a los 40 años de un disparo en 1980 efectuado por un exaltado.
Los narcóticos tuvieron mucho que ver con el fallecimiento de muchas de las estrellas de la música, tal fue el caso del vocalista del grupo The Doors, Jim Morrison, que apareció muerto de sobredosis en una bañera cuando tenía 28 años, la misma edad del guitarrista Jimi Hendrix, quien pereció asfixiado por su propio vómito en 1970.
El cáncer terminó en 1981 con la vida del símbolo de la música reggae, Bob Marley, y el sida complicó la salud del cantante del grupo Queen, Freddie Mercury, que falleció en 1991 víctima de una neumonía.
El depresivo Kurt Cobain, líder de Nirvana, se quitó la vida de un disparo después de inyectarse una sobredosis de heroína en abril de 1984.
PrecocidadFue un niño prodigio —debutó en un escenario a los 4 años— y era famoso mundialmente con sólo 12, como solista de los Jackson Five, grupo que formaba con sus hermanos.
Así obtuvo el primero de sus 13 premios Grammy con sólo 20 años (Don't stop 'til you get enough, 1979) aunque la gloria le llegaría con su disco Thriller (1982).
Aquel álbum revolucionó el pop, no sólo por las canciones, sino también por los vídeos musicales.
La coreografía de zombis de la canción que dio nombre al LP o el tantas veces imitado paso de baile Moonwalk, que Jackson hizo suyo en la presentación del tema Billie Jean, siguen siendo a día de hoy un referente.
"Bailaba como si estuviera dentro de la música", manifestó el coreógrafo Jeffrey Daniels, la persona que le enseñó esos movimientos al artista.
Thriller, reeditado en 2008 para conmemorar los 25 años de su lanzamiento, es el trabajo discográfico más vendido en la historia, con más de 100 millones de copias en todo el mundo, ocho Grammy y casi 60 discos de platino, lo que le valió a Jackson la corona de monarca absoluto de la música pop.
Cuesta abajoDesde entonces y después de dar discos memorables como Bad (1987) o Dangerous (1991), su carrera fue poco a poco cuesta abajo mientras su nombre se convertía en noticia más por sus excentricidades que por su talento.
Nunca dejó de ser el rey del pop, y aunque no ejerciera como tal en los últimos tiempos, se encargó de recordárselo al mundo entero con un recopilatorio de edición limitada llamado King of Pop, publicado el año pasado justo después de alcanzar el medio siglo de existencia.
Tan conocidos son sus éxitos sobre el escenario como misteriosa y reservada su vida personal. Jackson se casó en dos ocasiones: la primera vez con Lisa Marie Presley, hija de Elvis Presley, y la segunda con la enfermera Deborah Rowe, madre de dos de sus hijos, Prince Michael y Paris.
El cantante tuvo un tercer hijo, Prince Blanket" Michael Jackson II, fruto de una madre desconocida. Fue descubierto en varias ocasiones vestido de mujer en público y de él se llegó a decir que dormía en una cámara de oxígeno para mantenerse joven.
Únicamente admitió dos cirugías de nariz y una para ponerse un hoyuelo en la barbilla, según explicó en su autobiografía Moonwalk (1988), mientras que el color blanquecino de su piel responde a que padece vitíligo -aseguró-, una enfermedad que causa despigmentación.
Heal the world...Sus deudas financieras a punto estuvieron de obligarle a vender Neverland, un rancho construido en 1988 sobre una propiedad vinícola de 11.000 metros cuadrados.
Todos esos escándalos emborronaron su imagen como artista intocable, al que su interés por los desfavorecidos y especialmente por la infancia, le valió el título de "embajador de buena voluntad" que le otorgó el entonces presidente George Bush en 1992.
Una década más tarde recibió el premio de la Fundación Mijaíl Gorbachov que distingue a "personalidades que han contribuido a hacer un mundo mejor y más humano".
En un último intento por lavar su imagen y llenar de nuevo sus arcas, Jackson anunció en marzo que volvería a los escenarios con 28 conciertos entre los meses de julio y septiembre, tras un parón de más de diez años sin giras internacionales.
Hoy Jackson dejó ese mundo al que cantaba en su tema Heal the world: "Cura el mundo, haz de él un lugar mejor, para ti y para mí, para toda la raza humana".
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