Este artículo se publicó hace 17 años.
"Kantauri" se enfrenta a 17 años cárcel por ordenar el secuestro de Aldaya
El ex dirigente etarra José Javier Arizkuren Ruiz, "Kantauri", se enfrentará el viernes a una petición del fiscal de 17 años de cárcel por ordenar el secuestro del industrial José María Aldaya, quien permaneció recluido en el mismo zulo de Irún que ocupó meses después el empresario Cosme Delclaux.
El fiscal Ignacio Gordillo pedirá además en el juicio, que se celebrará en la Audiencia Nacional, que "Kantauri" indemnice a Aldaya, junto a los ya condenados por estos hechos, con 901.518 euros en concepto de reintegro del rescate que pagó la familia del industrial y con un millón doscientos mil euros por los daños morales sufridos durante el cautiverio.
Por el secuestro de Aldaya (del 8 de mayo de 1995 al 14 de abril de 1996) ya han sido condenados el etarra Francisco José Ramada y su esposa Sagrario Yoldi, quienes también lo fueron por el de Delclaux (del 11 de noviembre de 1996 al primero de julio de 1997), rapto éste último por el que también han sido condenados los etarras Gregorio Vicario Setién y José Ordóñez Fernández.
Sin embargo, a Vicario Setién la Audiencia Nacional le absolvió en su día de haber participado en el secuestro de Aldaya porque ni el fiscal Ignacio Gordillo ni la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) aportaron en el juicio una prueba de ADN -a pesar de contar ya entonces con ella- que acreditaba su presencia en ese zulo y que sirvió posteriormente para condenarle por el secuestro de Delclaux.
Precisamente, el miércoles, dos días antes del juicio a "Kantauri", el Tribunal Supremo estudiará en una vista el recurso que interpuso la Fiscalía contra la absolución de Vicario Setién por el secuestro de Aldaya.
En el juicio a "Kantauri" -entregado definitivamente a España por Francia el 7 de noviembre de 2006- el fiscal Ignacio Gordillo sostendrá que Arizcuren Ruiz fue quien propuso al ya condenado Francisco José Ramada su integración en ETA, "más concretamente, en el sector de la misma dedicado a la ejecución de secuestros".
De este modo, señala el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, Ramada recibió a través de un enlace de ETA, al que no identifica, "la cantidad de dinero necesaria para la adquisición de un local adecuado" para mantener a personas secuestradas.
Ramada compró entonces una nave industrial en la calle de Gaviria, en el barrio de Ventas de Irún, en el que con ayuda "de otros miembros de ETA" construye un habitáculo de 152 metros cuadrados, 3 metros de largo, 1,90 de ancho y 1,96 de alto, en el que encerraron a Aldaya.
"Siguiendo las instrucciones" de "Kantauri", prosigue el fiscal, Ramada procedió al secuestro de Aldaya el 8 de mayo de 1995 cuando éste se dirigía en su coche, sobre las nueve de la tarde, a su casa en Fuenterrabía (Guipúzcoa), tras terminar su jornada laboral en la empresa Alditrans, de la que es titular.
Cuando se aproximaba a su domicilio en su vehículo, su paso fue interrumpido por otro coche del que se bajaron varios miembros de ETA portando pistola y, tras obligar al industrial a que dejara su automóvil, le colocaron una capucha en la cabeza, le ataron de pies y manos y le pusieron una inyección en el brazo que le durmió.
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