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Khadra dice que Obama tiene alma de poeta, pero no creo en la política de EEUU

EFE

El escritor argelino Yasmina Khadra no está de acuerdo con la política de Estados Unidos, por más que le guste el discurso de su presidente, que es "profundamente humano y fraternal". Obama "tiene alma de poeta, la ingenuidad de un santo y el compromiso de un militante", pero los norteamericanos "no creen en los sueños, sólo en las relaciones de fuerza".

"Obama es más una victoria cultural que política", aseguró Khadra en un encuentro con la prensa, poco antes de que presentara en el "Hay Festival Segovia" su nueva novela, "Lo que el día debe a la noche", una obra que viene precedida del gran éxito que ha tenido en Francia, donde se han vendido más de 400.000 ejemplares, y con la que su autor, el escritor árabe más traducido de la actualidad, pretende llegar a "todos los argelinos, de ayer y de hoy".

"En esta novela he querido hablar de Argelia, ese magnífico país que jamás ha tenido la suerte de alcanzar sus aspiraciones y que ha sido maltratado por la historia y por sus propios hijos", decía Yasmina Khadra, el seudónimo de mujer que utiliza este ex comandante del ejército argelino desde que empezó a escribir hace más de veinte años y al que "nunca" piensa renunciar.

Su verdadero nombre es Mohammed Moulessehoul, y el seudónimo le recuerda a su madre y a su esposa, que lo convirtió "en un hombre". "Antes de conocerla era una especie de Mowgli (el niño de "El libro de la selva"). He vivido en un mundo de lobos, de salvajes, y no sabía en qué consistía la familia y la amistad, y mi esposa me enseñó a relacionarme y contribuyó a mi estabilidad".

Khadra tiene "alma de poeta, como Obama", y hoy lo demostró al responder las preguntas de los periodistas, por la belleza y precisión que había en sus palabras.

Preguntado acerca de si la presidencia de Obama contribuirá a mejorar las relaciones de Occidente con los países árabes, dijo que él cree en su discurso, pero no "en la estrategia norteamericana".

"La mayor prueba de la ineficacia del discurso de Obama es el desprecio de Israel hacia el mundo occidental, y cuando no se puede detener un genocidio, como el que se está cometiendo con los palestinos, no se pueden cambiar las montañas", afirmó el escritor, que ha novelado sobre la relación de palestinos e israelíes en "El atentado", su libro de mayor éxito.

Puestos a soñar, Khadra confía en que "la reacción de los pueblos occidentales" contribuya a mejorar las relaciones con el Islam, porque ellos "son los únicos capaces de modificar esta situación, y los únicos que están preparados democrática e intelectualmente para ello, sin verse obligados a pasar por la violencia".

Su nueva novela, publicada por Destino, es una historia torrencial que transcurre desde 1930 hasta el presente y que reivindica la doble cultura franco-argelina y el entendimiento entre Occidente y el Islam.

Acompañado por su traductor, Wenceslao-Carlos Lozano, el escritor explicó que la novela surgió de su encuentro con un pueblo colonial en 1984, el de Río Salado, "construido por españoles y judíos, y que llegó a ser uno de los pueblos más ricos de Argelia".

Cuando lo descubrió le llamó la atención "su encanto, el silencio que había, y en cierto modo esta novela es la historia de ese silencio".

"Ese pueblo quería decirme algo, veía fantasmas por todos lados, que me tiraban de la chaqueta. Me detuve, me puse a escucharlos y decidí escribir por ellos", comentaba este escritor que se siente "árabe, musulmán y militar", y que, si bien vive en Francia desde hace años, ni un solo día se olvida de Argelia, donde esta novela también ha tenido "una acogida fantástica" y ha hecho llorar a mucha gente.

En Francia, añadió Khadra, la han leído muchos antiguos colonos argelinos, y "con ella se han reconciliado con su memoria. Era gente herida, triste y mutilada y este libro les ha devuelto algo de su honor y de su felicidad pasada".

"Si la literatura puede contribuir a cosas tan humanas y tan fraternas, a pesar de las atrocidades y los errores de la historia; si el hombre es capaz de renacer de sus cenizas, yo soy un utopista, y la utopía es lo último que queda cuando todas las esperanzas y los sueños han sido maltratados", decía el autor de "Las sirenas de Bagdad".

La nueva novela supone una ruptura con respecto a sus libros anteriores, porque se aleja de la política en ella. "He dejado de ser un experto en terrorismo, y me he convertido en un simple novelista, que sabe llegar al lector en su propia humanidad", decía Khadra.

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