La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, criticó hoy las cifras en que se basó la Comisión Europea (CE) para lanzar una "recomendación política" a Francia para que intensifique la consolidación presupuestaria y garantice que su déficit público no supere el 3 por ciento del PIB.

Lagarde dijo que, dado que "el presupuesto de 2009 no está todavía publicado, es un ejercicio de acrobacia" por parte de la Comisión decir que el déficit público de Francia alcanzará el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2009.

La Comisión prevé que el déficit alcance el año próximo ese 3%, que es el tope fijado por los acuerdos europeos, y que llegue al 2,9% en 2008.

El Gobierno francés, en cambio, apuesta por un déficit del 2,5% del PIB este año y del 2% en 2009.

Las divergencias sobre el déficit se deben en buena parte a pronósticos diferentes del crecimiento económico.

Así, mientras el Ejecutivo francés prevé un crecimiento de entre un 1,7 y un 2% este año y de entre un 1,75 y un 2,25% en 2009, la Comisión sólo proyecta una progresión del PIB del 1,6% este año y del 1,4% en 2009.

Ante la prensa y en una entrevista televisiva, Lagarde recordó que Bruselas preveía para 2007 un crecimiento francés del 1,9%, y que fue del 2,2% (en datos brutos).

"Las cifras en las que se basa esta recomendación no son exactamente las cifras reales de la economía francesa", argumentó la ministra.

Y calificó de "extraña" la "hipótesis" de Bruselas de que Francia no cumplirá su compromiso de un crecimiento cero, en volumen, del gasto público, "cuando lo hemos hecho siempre desde hace cinco años".

También mostró su desacuerdo con la previsión de la Comisión de que los dividendos de las empresas en las que el Estado francés tiene una participación serán inferiores a los cálculos del Gobierno. Estas empresas han sido "florecientes" en 2007, sentenció.

Antes de que la ministra replicara a la "recomendación política" de la Comisión, el jefe del Gobierno, François Fillon, había minimizado este hecho, que se produce a un mes de que Francia asuma la presidencia semestral de la Unión Europea.