El estadounidense Levi Leipheimer logró el domingo su tercera Vuelta a California consecutiva, entrando con el pelotón principal en la octava y última etapa, que se adjudicó el luxemburgués Frank Schleck.

"La primera victoria fue enorme, la segunda victoria fue una sorpresa, y la tercera es la más dulce", manifestó el corredor del Astana a la prensa.

"He entrenado duro este invierno, y ahora es el momento de devolver la ayuda a mis compañeros en otras carreras".

Leipheimer, que corre en el Astana con el heptacampeón del Tour de Francia Lance Armstrong y el ganador del Tour, Vuelta y Giro Alberto Contador, se hizo con el liderato en la segunda etapa y no lo soltó hasta el final.

Armstrong, que competía por primera vez en Norteamérica desde que volvió a la competición oficial después de tres años y medio retirado, terminó séptimo en la general.

"Dije desde el principio que estábamos aquí para correr para Levi, y lo hemos logrado", manifestó Armstrong, que completó su segunda prueba por etapas desde que regresó en septiembre del año pasado.

Leipheimer comenzó la etapa de 156 kilómetros con una ventaja de 36 segundos sobre su compatriota David Zabriskie y nunca se vio seriamente amenazado, por lo que llegó en una cómoda novena plaza rodeado de sus compañeros del Astana.

Schleck se hizo con una dura etapa en la que hubo cuatro cumbres, incluyendo el ascenso al nevado Monte Palomar (1.561 metros), con un tiempo de tres horas, 48 minutos y 40 segundos.

Vincenzo Nibali quedo segundo con el mismo tiempo, seguido del estadounidense George Hincapie a 39 segundos.

El español Carlos Sastre, actual vencedor del Tour, fue uno de los 13 corredores que no salió o que abandonó durante la última etapa.

El estadounidense Floyd Landis, despojado del título de campeón del Tour de 2006 que finalmente fue para Óscar Pereiro, compitió por primera vez desde una sanción de dos años por dopaje y terminó vigesimotercero de un total de 84 corredores.