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La ley del silencio se impone en la crisis del Alakrana

El Gobierno pide prudencia y los familiares de los secuestrados optan por la discreción tras reunirse con Rodríguez Zapatero

M. Á. MARFULL

'El proceso precisa mucha discreción, mucha prudencia'. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, encerró en esta frase la estrategia que compartieron ayer todos los actores involucrados en la liberación del Alakrana. Los familiares de la tripulación protagonizaron una jornada sin altavoces, en la que el trabajo se desarrolló en la trastienda de las negociaciones que buscan una solución al secuestro.

Las familias de los marineros 36 tripulantes, entre ellos 16 españoles trasladaron su preocupación a los dos poderes del Estado que pueden allanar el camino de la liberación: el ejecutivo y el judicial. Después de reunirse con el presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes, que tiene en sus manos a los dos piratas detenidos en España, los familiares trasladaron un único mensaje, que abrió una nueva fase de silencio en la resolución del secuestro: 'Es un momento muy delicado; no podemos hacer declaraciones', instaron a los informadores. Habían partido hacia Madrid a primera hora del día 'con mucha esperanza'. Ningún elemento perturbó aparentemente este estado de ánimo.

Zapatero se reunió con los familiares para 'darles el apoyo que necesitan'

La tormenta avivada en las últimas jornadas se tornó así, 41 días después de comenzar su secuestro, en una tensa calma chicha. Los familiares que esperan la vuelta del Alakrana reclaman la liberación de los dos piratas encarcelados en España, apremiados por las amenazas de sus compinches, que exigen su liberación como condición sine qua non.

El presidente de la Audiencia se limitó a explicarles el procedimiento que se sigue contra los detenidos, que fueron arrestados el pasado 3 de octubre, un día después de que el pesquero fuera capturado en aguas del Índico.

El Gobierno también contribuyó a desacelerar la vorágine de gestos y declaraciones que han elevado la temperatura del secuestro desde que tres de los marineros fueran desembarcados durante 24 horas como medida de presión. La suerte de los dos secuestradores encarcelados en España ralentiza el final del secuestro. El titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, tachó de simples 'especulaciones' las distintas soluciones procesales que se han manejado para facilitar la expatriación de los dos secuestradores.

'Haciendo consultas internas y viendo cuál sería la mejor vía', el Gobierno está explorando distintos caminos. Moratinos evitó concretar con ambigüedad calculada. El ministro ofició de portavoz del comité de crisis que encabeza la vicepresidenta Fernández de la Vega y que se reunió por la tarde en el Congreso.

El PP cambió sus críticas por un mensaje de respaldo al Gobierno

Su llamada a la discreción y el mutismo de los familiares de los marineros, que hasta ahora habían actuado como caja de resonancia espoleados por la presión de los secuestradores, se unieron ayer a las apelaciones a la prudencia emitidos un día antes por otros miembros del Gobierno, entre ellos el propio presidente.

Mientras la célula de crisis encargada de gestionar la liberación del Alakrana trabajaba en el Congreso, el presidente del Gobierno se reunió con los familiares de la tripulación. José Luis Rodríguez Zapatero reiteró anoche, en los pasillos del Congreso, que el Ejecutivo está 'trabajando intensamente' para conseguir la libertad de los tripulantes secuestrados.

El presidente explicó que su reunión con las familias en la Moncloa tenía por objeto, 'sobre todo, darles todo el apoyo que necesitan' y reiterarles su 'solidaridad'.

Su apelación a la prudencia, comunicada por teléfono al líder de la oposición, surtió un efecto balsámico en el PP. El pacto de silencio que envolvió al Ejecutivo y a las familias se trasladó también a la cúpula del partido de Rajoy, que apagó sus reproches y los cambió por un mensaje de contención.

Su secretaria general, María Dolores de Cospedal, se comprometió a colaborar para que la solución del secuestro sea 'lo más rápida y lo más eficaz posible', mientras que su responsable de Organización, Ana Mato, reiteró que pedirá explicaciones sólo después de que se produzca el rescate del pesquero. La jornada del silencio logró también lo que hace sólo unos días parecía un objetivo inalcanzable: unidad política en torno al secuestro del atunero vasco.

La fragata ‘Méndez Núñez’ vigila desde ayer en solitario al pesquero ‘Alakrana’, después de que la ‘Canarias’ se trasladara a las Islas Seychelles para cargar víveres y repuestos después de dos meses sin pisar tierra. La fragata iba a dirigirse inicialmente a puerto el pasado jueves, pero el hecho de que tres tripulantes del ‘Alakrana’ fueran llevados a tierra por los secuestradores frustró su viaje. La ‘Canarias’ partió de la base de Rota el pasado 10 de agosto para iniciar una misión en la zona de aproximadamente cinco meses. La primera patrulla dentro de la operación ‘Atalanta’ la hizo en la última semana de agosto y se prevé su relevo en la misión de la UE en enero. La ‘Méndez Núñez’ inició su tránsito hacia las costas somalíes a finales de octubre, tras concluir una misión con la OTAN. Desde el pasado día 5, está junto al ‘Alakrana’.

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