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Nunca llueve a gusto de todos y menos en vacaciones

EFE

Las vacaciones de Semana Santa arrancan desde hoy para muchos españoles con cielos nubosos que amenazan con quedarse hasta que terminen estos días festivos, pero esta lluvia viene como agua de Dios para el campo y para la polución, con lo que el refranero vuelve a cumplirse: Nunca llueve a gusto de todos.

La meteorología no está aliada con la Semana Santa y este año la lluvia será la protagonista de la segunda mitad de estas vacaciones, especialmente mañana, Jueves Santo, cuando una borrasca recorrerá la Península de norte a sur dejando precipitaciones en todo el país hasta el sábado, como adelanta la Agencia Estatal de Meteorología.

Una inestabilidad que se mantendrá prácticamente en toda la Península, Baleares y Canarias hasta el sábado, cuando se espera que vuelva la estabilidad a buena parte del país.

Pero, hasta entonces, como ya pasa desde hace años, volveremos a ver a numerosos cofrades y fieles frustrados, llorando, porque la lluvia les impide salir en procesión con sus imágenes a hombros.

Muchas procesiones no han podido celebrarse hasta el momento por esta lluvia, que tampoco gusta a los que han llenado esta mañana su coche de maletas, con toda la familia en pleno, para pasar unos días de descanso.

A las tres de la tarde de hoy ha arrancado la segunda fase de la operación salida, que es la más importante por el número de desplazamientos que se producen, ya que se prevé superen los ocho millones.

Algunos ya están en el destino y ya pasean, eso sí, con chubasquero, por Gandia y "sin ver las noticias", porque si no, como decía uno de ellos, "me termino yendo a Madrid".

"Es una lástima porque todos los años en Semana Santa hace frío y lluvia, pero estamos aquí desde hace unos días y antes ha hecho bueno. Hoy está peor que ayer y no está el tiempo para andar bañándose", decía un hombre de avanzada edad.

Otro 'paseante', provisto de jersey, comentaba que había llegado a Gandía con su familia desde un pueblecito de Toledo ya que tienen un apartamento desde hace 14 años al que van siempre que pueden. "Y aunque esté lloviendo nos gusta venir aunque sea para pasear", argumentaba optimista.

Y si ellos lo sufren también lo hace el sector de la restauración, en concreto el de las terrazas a pie de playa, que verán reducidas sus ganancias un año más.

Pero a pesar de los pesares, la lluvia no ha quitado las ganas de vacaciones. El sector hotelero mantiene su previsión de ocupación del 80 % y en las agencias de viajes no están registrando cancelaciones de última hora, sobre todo porque muchas reservas se hicieron con antelación para aprovechar los descuentos.

Y es que se veía venir, aunque no lo creyeran casi ni los del tiempo, porque -si acudimos de nuevo al refranero y a los dichos populares- "abril aguas mil" o "marzo ventoso, abril lluvioso, traen a mayo florido y hermoso".

Y menos mal que están los refranes y que se cumplen, dirían agricultores y ganaderos, porque estamos ante una de las peores sequías de los últimos años, y hacen falta dichos como el de que "el invierno no ha pasado hasta que abril haya acabado".

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