El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha enviado hoy a prisión a Ainara Bakedano, considerada por el magistrado una dirigente de los grupos pantalla de Segi en Navarra, que fue detenida ayer por la Guardia Civil en las inmediaciones del tribunal cuando iba a entregarse.

Así lo ha acordado Marlaska en un auto dictado hoy en el que también ha dejado en libertad provisional sin fianza y sin ninguna otra medida cautelar a Maitane Fernández Iturri, Rubén Sanz y Miguel Fernández Pérez, estos dos últimos que acompañaban a Bakedano cuando iba a entregarse, aunque ninguno fue detenido.

Los cuatro están relacionados con la operación desarrollada la pasada semana en el País Vasco y Navarra contra la cúpula de la organización ilegalizada Segi, que culminó con la detención de 34 personas, de la que Marlaska decretó prisión para 31, acusados de integración terrorista.

No obstante, con Bakedano, el total de detenidos en esta operación asciende a 36, ya que el pasado sábado la Guardia Civil arrestó a Iker Martínez Urdazi también cuando iba a entregarse a Marlaska, que le dejó en libertad y le impuso la obligación de presentarse en el Juzgado cuando se le reclame.

En el auto dictado hoy, el juez cita, como ya hizo en el del pasado sábado, a Bakedano como una de las integrantes del máximo órgano directivo de Segi en Navarra junto a Jon Telleria (en Guipúzcoa), Gaizka Likona (en Vizcaya), Carlos Renedo, Olatz Izaguirre, Ibai Esteibarlanda, Irati Mugica y Juan Anda Velez de Mendizabal, éstos tres últimos arrestados el pasado 24 de noviembre y enviados posteriormente a prisión por Marlaska.

Marlaska relata que gracias a los seguimientos policiales llevados a cabo por la Guardia Civil recientemente se han podido observar "distintas reuniones de carácter clandestino con una periodicidad semanal" en la que han participado todos los anteriores junto con Arkaitz Quincoces Viguri, y que se han celebrado entre junio y noviembre de este año.

Además, añade que Bakedano es la portavoz de los movimientos "pantalla" de Segi en Navarra, organización a la que el juez define como una "auténtica academia terrorista".

Sobre las funciones desarrolladas por cada uno de los responsables de Segi, el juez detalla que Likona era el máximo responsable de la organización y se encargaba de su financiación, tarea de la que también era responsable Esteibarlanda.

Por su parte, a Mugica la considera responsable de comunicación de Segi, mientras que Izaguirre se encargaba de las relaciones con los medios de comunicación.

Marlaska señala como responsables de los "herrialdes" de Álava, Navarra, Vizcaya y País Vasco francés a Anda Velez de Mendizabal, Amaia Elcano Garralda, Mikel Arkaitz Totorika y Emilie Julie Martin, respectivamente.

En cuanto a la financiación de Segi, el juez sostiene que la realizan a través del cobro de cuotas a sus militantes, la venta de bonos y de materiales con símbolos, anagramas y lemas propios de la organización, la celebración de actos reivindicativos, la explotación de negocios de hostelería durante las fiestas locales, la celebración de una rifa anual y la suscripción del DVD "Kaiolatik at!".