Más de cien personas pueden haber muerto desde el pasado día 17 en una oleada de violencia interétnica en la región de Oromo (este de Etiopía), según denunció hoy en un comunicado una delegación de estudiantes de la zona.

Desde el pasado día 17, la tribu Gumuz comenzó a atacar las áreas vecinas a la localidad de Benishangul, donde habita la tribu oroma, se indica en el documento presentado por los estudiantes a las autoridades policiales etíopes.

"Los ataques incluyen asesinatos, mutilación de órganos genitales masculinos y cortes de pechos de mujeres. Se centran en la sección masculina de la sociedad, particularmente niños. Las mujeres son violadas", dice el documento.

"Cuerpos sin vida fueron quemados y propiedades fueron saqueadas y quemadas", agrega el texto.

El inspector de la Policía Federal de Etiopía, Workhen Gebeyehu, informó a los estudiantes de que desde ayer, jueves, se están tomando medidas para detener la ola de violencia en la zona, adonde se han desplazado 400 policías.

"El problema es una cuestión de fronteras; los habitantes de Benishangul están atacando a los vecinos y extendiendo su territorio a la fuerza, aprovechando que los oromos no tienen armas para defenderse", dijo a Efe Negesa Oddi, uno de los miembros de la delegación estudiantil.

El Frente de Liberación Oroma (FLO) fue uno de los partidos de la actual coalición gobernante de Etiopía, pero decidió seguir adelante con su movimiento armado para defender la autonomía de su región.

El Gobierno del presidente etíope, Meles Zenawi, terminó disolviendo el FLO, desarmó a sus militantes y dejó a la región de Oromia sin ninguna posibilidad de hacerse con armas.

"Los Gumuz usan diferentes tipos de artillería pesada y armas automáticas como fusiles AK-47 contra la desarmada población de Oromia", se indica en el documento presentado hoy.

Ningún medio de comunicación local se ha hecho eco de lo que está pasando en esta región y no se ha permitido el acceso de los periodistas a la reunión de hoy.