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Más niños alemanes necesitan la vacuna del sarampión, dice OMS

Reuters

Más niños en Alemania deben ser vacunados contra el sarampión para prevenir otro brote amplio de la enfermedad, indicó un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado el lunes.

Hace tres años, más de 12.000 personas se infectaron con sarampión en Rumania, Reino Unido, Suiza, Italia y Alemania, en lo que fue una epidemia inusual causada por tasas relativamente bajas de inmunización contra la contagiosa enfermedad viral.

"El brote de sarampión de 2006 (...) debe ser considerado una señal de alerta", indicaron expertos del Instituto Robert Koch de Berlín y dos centros de salud pública alemanes, en el último Boletín de la OMS, en un estudio que se centró solo en la zona germana.

Los autores informaron de que las tasas de cobertura por vacunación se mantenían peligrosamente bajas, lo que coloca a los niños en constante riesgo de padecer la dolencia viral que causó la muerte de 197.000 personas en 2007.

"Son necesarias campañas nacionales de vacunación inmediata en las escuelas, que apunten a los niños mayores, para cerrar las críticas brechas de inmunidad", señalaron los investigadores, que manifestaron que los chicos alemanes de 10 a 14 años fueron los más afectados durante el brote de 2006.

Las tasas de vacunación en Europa varían desde más del 95 por ciento en Finlandia al 70 por ciento entre los niños nacidos entre 1996 y 2003 en Alemania, según otra investigación publicada el mes pasado en la revista médica The Lancet.

Europa necesitará una cobertura de alrededor del 95 por ciento para superar el riesgo de un brote de sarampión, cuyos síntomas principales son fiebre elevada y erupción, con posibles complicaciones como ceguera, encefalitis, infecciones de oído y neumonía.

Para una correcta inmunización se recomienda la aplicación de dos dosis de la vacuna contra la enfermedad.

Pese a que la vacuna del sarampión está disponible desde 1963, en los últimos años el rechazo de algunos padres a inmunizar a sus hijos generó una reaparición de los casos en Europa y también en Estados Unidos.

Los funcionarios de salud pública han destacado la seguridad de la vacuna triple (contra el sarampión, las paperas y la rubeola) y otras inmunizaciones infantiles, en respuesta a las preocupaciones de algunos grupos que argumentan que la inyección causaría autismo u otros problemas.

El sarampión puede expandirse fácilmente cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Alrededor del 90 por ciento de las personas sin vacunar que están en contacto con un paciente con la enfermedad se contagian.

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