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Los mercados dan señales de confianza en la deuda europea

Grecia coloca con éxito 1.625 millones en su primera emisión tras el rescate

A. TUDELA / S. R. ARENES

El mercado empieza a pensar que la deuda de los países europeos periféricos es digna de confianza. Portugal, Irlanda, Grecia y España han sido analizados durante meses con brocha gorda y hermanados en sus dificultades económicas, que se resumían en un elevado nivel de déficit público y crecientes dificultades para financiarlo. Sin embargo, hay señales claras de que la desconfianza está cediendo.

Ayer, Grecia, el último de la clase en el selecto grupo de miembros del euro, emitió deuda pública por primera vez desde que recibió 110.000 millones de ayuda por parte de la Unión Europea y el FMI. Y el mercado la compró. Fue una emisión a seis meses, en la que se colocaron 1.625 millones de euros cuando la meta inicialmente fijada eran 1.250 millones. La demanda fue muy alta (4.546 millones). Grecia tendrá que pagar por la emisión un tipo de interés de sólo el 4,65%, por debajo de lo que pagará por la ayuda.

Moody's rebaja la nota a Portugal con escasa repercusión en la deuda lusa

Las cifras hechas públicas ayer por el Gobierno griego también alimentaron la confianza. El Ejecutivo de Giorgos Papandreu anunció un recorte del déficit del 46% en el primer semestre de 2010, frente al mismo periodo de 2009.

Otra prueba del cambio fue la escasa repercusión que tuvo la rebaja de la calificación de la deuda de Portugal por parte de la agencia de calificación de riesgo Moody's. Según dicha agencia, 'la fortaleza financiera del Estado portugués seguirá debilitándose a medio plazo'.

El deterioro viene por factores de sobra conocidos en España, como son 'la caída de los ingresos por impuestos, las medidas del Gobierno portugués para estimular la economía y el alto nivel de desempleo'. A pesar de todo ello, el diferencial del bono portugués a diez años aumentó muy levemente (paga 2,84 puntos porcentuales más que el alemán) y sigue muy lejos de los 3,16 puntos que marcó el 29 de junio. Según Jonás Fernández, analista de Solchaga & Recio Asociados, la rebaja de la calificación lusa 'está dentro de lo razonable' y 'demuestra que está en ciernes la de la deuda española', puesta también en revisión negativa por Moody's, que es la única agencia de calificación que mantiene a España con la máxima nota. Pero anticipa que, 'cuando se rebaje, no pasará nada, porque ya está descontada por el mercado'.

El menor coste del bono español trae buenas noticias para la banca

Pese a la poca repercusión, al presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, sigue sin gustarle que las agencias de calificación afecten al coste de la deuda de los países del euro, después de lo poco que acertaron con sus previsiones de la crisis. Ayer, Trichet recomendó acabar con el oligopolio que forman las tres agencias anglosajonas Moody's, Standard & Poor's y Fitch.

José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, llama la atención sobre la evolución que está teniendo el coste de los bonos españoles a dos años, los más demandados actualmente dado el riesgo de apostar por bonos a diez años si suben los tipos de interés oficiales. Aunque ayer remontaron algo, el coste de estos títulos ha estado cayendo en la última semana, lo que los encamina a situarse por debajo del interés que ofrecen las emisiones privadas de la banca española.

Cuando esto ocurra, la deuda privada de la banca se volverá más atractiva para los inversores y las entidades financieras españolas, grandes víctimas de la crisis de confianza, volverán a tener así abierta una vía de financiación, única manera de que se abra el grifo del crédito para la economía real.

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