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Merkel apura para lograr el apoyo al fondo de rescate

La votación en el Bundestag vuelve a poner a prueba el liderazgo de la canciller

PATRICIA BAELO

La historia se repite. Al igual que sucedió a finales de septiembre con la decisión en el Parlamento alemán de la reforma del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), la tensión vuelve a marcar la votación de hoy en el Bundestag germano (la Cámara Baja del Parlamento) sobre la configuración y funciones definitivas de dicho fondo.

Una vez más, la búsqueda de una solución que ponga fin a la crisis de la deuda europea se convierte en la pesadilla más recurrente de la canciller alemana, Angela Merkel, que vuelve a poner en juego su liderazgo en esta votación. Un referéndum que se celebrará apenas unas horas antes de que comience en Bruselas la cumbre extraordinaria de líderes de la eurozona. La canciller alemana está tratando hasta el último minuto de lograr un claro apoyo de sus parlamentarios y de los de la oposición, cuyo apoyo aún no está garantizado.

La principal discrepancia es que el BCE siga con las compras de bonos

Los jefes de los distintos grupos parlamentarios están buscando un denominador común que sirva para aprobar la nueva configuración del FEEF y ayudar a sus vecinos en apuros. El principal punto de discrepancia es que el Banco Central Europeo (BCE) prosiga con las compras de bonos estatales en el mercado secundario, al margen de lo que pueda hacer el fondo de rescate.

Los expertos cuentan con que la votación podría saldarse de forma similar a la de finales de septiembre, es decir, con una ajustada mayoría propia de la canciller (con el voto mayoritario de los miembros de la coalición que dirige). Pese a las quejas de la oposición, socialdemócratas y Verdes que ya apoyaron a finales de septiembre la reforma del Fondo Europeo, ambos grupos podrían volver a respaldar hoy a la canciller siempre y cuando no proponga un fuerte apalancamiento del fondo de rescate. La Izquierda dejó por el momento abierta su posición, a la espera de que Merkel concrete hoy su proyecto ante el Parlamento en su discurso pro europeísta.

Los expertos creen que la votación podría dar una mayoría ajustada

Sin embargo, aunque el ministro de Economía y vicecanciller, Philipp Rösler, confiaba ayer en conseguir la mayoría necesaria, esta aún está en peligro. La cifra de rebeldes y euroescépticos en las filas de la coalición de centroderecha es amplia; casi tanto como lo era hace un mes.

Uno de ellos es el cristianodemócrata Wolfgang Bosbach,quien volverá a votar en contra. 'La situación en Atenas no es mejor de lo que era hace un año. Con un fondo de rescate mayor, lo único que hacemos es encasquetar los problemas a nuestros hijos. Por eso no puedo votar a favor', argumentaba Bosbach en una entrevista con la televisión N-TV.

En la misma línea se pronunció el liberal Frank Schäffler, que agregaba en el rotativo alemán Handelsblatt: 'No quiero que se cuele Italia en el paquete. Si eso ocurriera, la crisis cobraría nuevas proporciones, y ningún mecanismo de rescate del mundo bastaría para salvarnos'.

Tras la declaración de Merkel a primera hora de la mañana, tendrá lugar la votación; en la que no participarán como estaba previsto los 41 miembros de la Comisión Presupuestaria del Parlamento, sino cada uno de los diputados que conforman la Cámara (un voto complejo con el que los políticos conservadores acceden a las exigencias de participación de la oposición). Supuestamente, obtenida la luz verde de los suyos, Merkel se desplazaría a Bruselas, para negociar con sus homólogos europeos los términos del acuerdo.

Sin embargo, las voces más críticas se atreven incluso a asegurar que las diferencias son tantas entre los propios miembros de la coalición que es muy probable que sin el voto alemán vuelva a suspenderse la cumbre, a falta de conclusiones concretas.

Un rumor que ganó fuerza, después de que el otro socio de la coalición de Gobierno alemana, la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), advirtiera ayer de que la cumbre no conseguirá diseñar las líneas maestras definitivas del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, sino sólo decidir las bases para una mayor eficacia del fondo, y que a partir de ahí comiencen las negociaciones entre los países. 'Un proceso largo', subrayaba la líder parlamentaria de la CSU, Gerda Hasselfeldt.

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