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Miles de personas piden en Gaza y Cisjordania el fin de la división palestina

EFE

Más de 10.000 personas se manifestaron en Gaza, controlada por Hamás, para pedir la unidad palestina en una convocatoria que tuvo en cambio escaso seguimiento en Cisjordania, gobernada por la facción rival Al Fatah.

Las protestas, con gran presencia de jóvenes, habían sido convocadas a través de herramientas sociales como Facebook o Twitter como una iniciativa popular sin vinculación con grupos políticos y que seguirá hasta que finalice la división interna.

La plaza Al-Katiba, en el oeste de Gaza capital, fue el escenario del acto más multitudinario, abarrotada de banderas palestinas y de manifestantes que llamaban a las dos principales facciones -la nacionalista Al-Fatah y la islamista Hamás- a firmar un pacto de reconciliación.

Pese a los repetidos e infructuosos intentos de mediación egipcia, Hamás y Al-Fatah gobiernan de forma separada en Gaza y en Cisjordania desde 2007.

Bajo el eslogan "El pueblo quiere acabar con la división", un guiño a las recientes revueltas populares en Egipto que pedían el "fin del régimen" de Hosni Mubarak, los manifestantes se fueron concentrando en la plaza hasta que aparecieron numerosos seguidores de Hamás, que habían sido llamados a apropiarse del acto.

Según testigos, los simpatizantes islamistas trataron de unirse a la concentración con banderas verdes de su grupo.

Los manifestantes les exigieron que bajasen sus símbolos y se limitasen a ondear la bandera palestina.

Su negativa originó riñas e insultos que acabaron directamente en enfrentamientos abiertos entre manifestantes, fuerzas de seguridad y simpatizantes de Hamás.

Los jóvenes independientes, de hecho, ya habían cambiado el lugar de la protesta, cuando descubrieron por la mañana que Hamás había colocado su propio escenario, pancartas y altavoces en la Plaza al Soldado Desconocido, donde había sido inicialmente convocada.

"Estamos logrando nuestro objetivo de movilizar a la gente para acabar con la división y lograr la reconciliación", dijo Asad Al-Saftawi, uno de los convocantes en Facebook.

Mientras la plaza se llenaba de cánticos y pancartas, el jefe del Gobierno de Hamás en Gaza, Ismael Haniye, instó al presidente y líder de Al-Fatah, Mahmud Abás, a reunirse de forma urgente para acabar de una vez por todas con la división.

"Hablaremos de todos los temas y obstáculos en el diálogo a fin de atender a las demandas del pueblo", dijo Haniye en un discurso emitido por la televisión de Hamás, Al-Aqsa.

La cruz de la moneda fue Cisjordania, donde se esperaba un seguimiento multitudinario pero apenas unos miles salieron a las calles de Ramala, Belén, Nablus y Yenín.

La principal concentración tuvo lugar en la capital administrativa, Ramala, donde más de dos mil personas llenaron la céntrica plaza Al-Manara con banderas y pañuelos palestinos.

Al grito de "Unidad, unidad, unidad", los manifestantes exigieron a sus líderes que dejen de lado las diferencias y sumen fuerzas para acabar con cuatro décadas de ocupación israelí.

"Exigimos la dimisión del Gobierno, que es ilegítimo, y el fin de la separación de los partidos, porque sólo sirve para hacernos cada vez más débiles. Lo que ha ocurrido en el mundo árabe nos da esperanzas de que nosotros también podemos hacer un cambio", explica la joven Dana Abdel Fatah, de Jerusalén.

Rasha Abu Gazale, por su parte, considera "muy importante acabar con la división porque no habrá fin de la ocupación sin el fin de la separación".

"Nos inspiramos en lo que ha ocurrido en El Cairo y en Túnez. Esto es parte de un movimiento más amplio", agrega junto a un grupo con el eslogan en árabe: "Soy palestino...y punto".

Muna, de 24 años, se muestra más pesimista sobre el eventual éxito de una revuelta cívica: "Estamos motivados por lo que pasa en el resto del mundo árabe, pero no creo que los palestinos estemos preparados para algo parecido. Es un poco forzado y hay gente que cree que hay que poner toda la energía en luchar contra Israel".

"Tenemos que ser más fuertes que todas nuestras diferencias y decir ¡basta! a los líderes de Hamás y Al-Fatah que quieren seguir en sus sillones", opina el funcionario ministerial Maher Tomeh.

Otras ciudades de Cisjordania fueron también escenario de protestas convocadas por redes sociales, como Belén, donde se concentraron unas 1.500 personas; Nablus (500); Yenín o Hebrón.

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