Público
Público

El ministro turco del Interior descarta al PKK como autor del ataque en una boda

EFE

El ministro del Interior de Turquía, Beshir Atalay, descartó hoy que el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) esté detrás del ataque armado contra los asistentes a una boda que acabó con la vida de 45 personas, en su mayoría mujeres y niños, y dejó a otras seis heridas.

"Según nuestras primeras informaciones, se trata de un ataque por hostilidades entre familias del pueblo", agregó Atalay en unas declaraciones a la prensa.

La posibilidad de un atentado terrorista estuvo presente ya que la mayoría de los hombres que asistían a la boda eran guardias rurales, paramilitares kurdos leales a Ankara que luchan contra el PKK.

Los hechos sucedieron cuando los vecinos de la localidad de Bilge, en la provincia de Mardin, se congregaron en dos casas para celebrar una boda en la que se casaba la hija del jefe de la aldea, Cemil Celebi.

Sobre las 21.30 hora local de ayer, cuatro o cinco hombres con el rostro cubierto asaltaron las casas, a las que llegaron desde cuatro direcciones distintas y dispararon ráfagas de ametralladora contra los asistentes de forma indiscriminada durante un cuarto de hora.

La aldea de Bilge, donde viven 32 familias, tiene una población total de 300 personas, la gran mayoría apellidadas Celebi, y prácticamente todos los vecinos tenían conocimientos en el manejo de armas debido a su condición de guardias rurales.

Una superviviente de 19 años explicó al canal televisivo de información NTV que los asaltantes dispararon contra todos los reunidos y que ella sólo pudo escapar arrastrándose por el suelo hasta un cuarto cercano.

Según NTV, la novia, Sevgi Celebi, y el novio, Habip Ari, se encuentran entre los fallecidos, así como el mulá Kazim Ozan, encargado de celebrar el enlace.

Ahmet Ferhat Ozen, el vicegobernador de Mardin, aseguró que a pesar de que la identidad de los asaltantes aún no es conocida, el ataque parecía tener una explicación en largos conflictos y hostilidades entre familias.

En esa región de Turquía los disparos al aire para festejos y otros acontecimientos son habituales, por lo que en un principio pasaron desapercibidos para los guardias rurales en servicio cerca de la aldea.

La región donde se ha producido el tiroteo está cerca de la frontera con Siria y está azotada estos días por tormentas de arena que dificultan la visibilidad más allá de 10 metros, y las comunicaciones.

Esas duras condiciones climáticas ayudaron a los asaltantes a escapar, aunque las fuerzas de seguridad han desplegado un amplio dispositivo para tratar de dar con ellos.

Los heridos han sido trasladados al cercano hospital de Mardin, la capital de la provincia del mismo nombre, situado a 40 kilómetros de donde se produjo la masacre.

El Ejército ha acordonado Bilge y sólo se permite la entrada a las fuerzas de seguridad y a las ambulancias.

Los ministros de Interior, Beshir Atalay; Justicia, Sadullah Ergin; y Agricultura y Aldeas, Mehti Eker, viajan en dirección a Mardin para conocer de primera mano la situación.

En el Ministerio del Interior se ha creado un centro de gestión de crisis para seguir los acontecimientos en el que es el ataque más sangriento contra una aldea en los últimos 15 años.

El PKK cometió atentados parecidos en la década pasada, pero un ataque armado contra objetivos civiles de forma indiscriminada no se ha llevado a cabo en los últimos años.

Además, el PKK ha declarado una tregua unilateral hasta el primero de junio del 2009.

Aytac Akgul, el alcalde de un pueblo cercano a Bilge, explicó a los canales turcos que casi de forma definitiva descartan también que se trate de un ataque terrorista.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias