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Modas urbanas como el "parkour" se hacen un hueco en Vitoria

EFE

Con la filosofía de "dominar la ciudad y que ésta no nos domine a nosotros" nació hace casi ya 20 años el "parkour", una práctica a medio camino entre el deporte y una filosofía de superación, que ha aterrizado en el pavimento de Vitoria para romper los límites que impone el mobiliario urbano.

Quienes practican "parkour" son llamados "traceurs" y en Vitoria es posible verlos en zonas y barrios de la ciudad como Judizmendi, Arana o Artium.

"Parkour" proviene de "parcours", recorrido en francés, y consiste en desplazarse por el medio urbano de un punto a otro superando obstáculos, ya sean vallas, muros o incluso edificios, de la forma más fluida y eficiente posible, y sin ninguna otra ayuda más que el propio cuerpo humano.

Ese es el caso de Mikel Crespo, un joven vitoriano de 23 años que practica la disciplina desde hace algo más de un año y que según ha explicado en una entrevista a EFE, el cine despertó su interés por el "parkour". La película "Yamakasi", de Ariel Zeitoum, fue el detonante.

El ver en la gran pantalla cómo un grupo de jóvenes, en este caso franceses, se saltaban las limitaciones de movimiento que provocan las barreras arquitectónicas de las ciudades, sirvió a Crespo de inspiración y le impulsó a buscar su recorrido propio por Vitoria.

Conocer a Dani Sampayo, un guipuzcoano de Irún, que es considerado el padre del "parkour" en España también ayudó.

Otros jóvenes vascos como Crespo han seguido el ejemplo de Sampayo y aunque esta corriente urbana sigue siendo minoritaria, cada vez gana más adeptos dentro y fuera del País Vasco.

Los foros de Internet son un vínculo de comunicación entre ellos y a través de la red es habitual que intercambien vídeos en los que ponen en práctica las distintas técnicas existentes.

Una de las barreras contra las que tienen que luchar los "traceurs" es la incomprensión de muchos de los transeúntes, que no conocen esta disciplina y que, debido a esa ignorancia, muchas veces los catalogan de "gamberros" o de locos.

"A veces los medios de comunicación nos retratan como si fuésemos vándalos, pero no es así, es muy difícil que con lo que hacemos rompamos algo del mobiliario urbano. De hecho, nosotros somos conscientes de nuestras limitaciones y si vemos que algo se puede romper y, por lo tanto, hacernos daño, no lo hacemos", ha asegurado Crespo.

Y es que el "parkour" no consiste sólo en saltar por encima de barandillas o muros, sino que se trata de toda una filosofía que promueve la adaptación al medio urbano sin seguir un camino definido.

Para ello, hace falta tener espíritu de superación y luchar contra las limitaciones y miedos que impone la propia mente.

"El parkour requiere un trabajo físico, pero también mental, hay que tantear con el miedo, tener un afán de superación y ser consciente de los peligros que conlleva", ha afirmado Crespo.

Por ello, los "traceurs" identifican su modo de actuar como "ser y durar", un lema que define fielmente su filosofía de superación constante y de no retroceso.

Además, en el mundo del "parkour" no caben las competiciones con otros practicantes.

Por el momento, en la capital alavesa no hay muchos "traceurs" con los que compartir esta afición. Se trata de una corriente urbana que está entrando lentamente en las ciudades vascas y que exige a sus adeptos una buena forma física y mucha práctica.

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