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'El monstruo' se declara culpable de todos los cargos

Josef Fritzl ha admitido incluso el homicidio del hijo-nieto fruto de las relaciones incestuosas que mantuvo con su hija Elisabeth. El jucio ha quedado visto para sentencia en Viena que podrá ser dictaminada mañana

GUILLEM SANS MORA

Culpable de todos los cargos. Así se ha declarado Josef Fritzl, el austríaco de 73 años que mantuvo a su hija encerrada en un sótano durante 24 años período en el cual la violó repetidamente, ante el tribunal que le juzga, incluyendo el de homicidio de uno de los niños nacidos como fruto de las relaciones incestuosas que mantuvo con su hija Elisabeth.

El acusado dijo que el motivo de este inesperado cambio de opinión fue el visionado del vídeo de once horas en el que su hija Elisabeth describe sus 24 años de martirio. El vídeo se pasó el martes a puerta cerrada. Cuando la magistrada Andrea Humer le preguntó a qué se debía el cambio de opinión, Fritzl, ya sin el archivador azul con el que había ocultado su cara en las jornadas anteriores, respondió: 'Fueron las declaraciones de ayer sobre mi comportamiento enfermizo de dominio y violencia'. Al término de la vista del martes, Fritzl requirió una vez más atención psiquiátrica.

Humer le preguntó sobre su presunta implicación en la muerte de Michael, uno de sus siete hijos-nietos, al ignorar los graves problemas respiratoriosque padecía el recién nacido. 'No sé por qué no le ayudé', admitió Fritzl. 'Tenía la esperanza de que sobreviviese'.

El bebé nació en 1996 en el sótano de los Fritzl. Su hermano gemelo sobrevivió, pero Michael era más pequeño, presentaba un aspecto azulado y tenía el cordón umbilical alrededor del cuello. Según el semanario alemán Der Spiegel, cuando Elisabeth le rogó que buscara atención médica para el pequeño, Fritzl respondió: 'Las cosas vienen como vienen'. El carcelero de Amstetten quemó el cadáver del bebé en la caldera de la calefacción.

Por este crimen puede caerle cadena perpetua. Sin embargo, el portavoz de la Audiencia, Franz Cutka, explicó que la admisión de los cargos 'puede suponer un atenuante fundamental en la sentencia'.

Al confesarse culpable de asesinato por no haber atendido a su hijo, Fritzl mostró ayer arrepentimiento por primera vez. 'Lo lamento', reconoció. Según la agencia AP, Elisabeth estuvo en la sala de vistas los dos primeros días. Su presencia podría haber pasado inadvertida en la vista pública del lunes porque no se ha difundido ninguna foto de ella.

La psiquiatra Adelheid Kastner ofreció ayer al tribunal su perfil del acusado. Fritzl tuvo una infancia difícil, sin amigos y con una madre que le pegaba, explicó. 'El señor F. vivió con miedo la mayor parte de su infancia', declaró.

Fritzl pasó de víctima a verdugo a raíz de un acontecimiento positivo, según esta especialista. Un día, Fritzl hizo novillos y un profesor de la escuela le descubrió. En lugar de reprenderle, se preocupó por él. 'Ése fue el punto de inflexión en la relación con la madre', dijo.

A partir de ese momento, Fritzl empezó a resistirse a las palizas maternas. La impotencia se convirtió entonces en una 'gigantesca necesidad de poder' y coincidió con la pubertad y el despertar de su deseo sexual.

'La percepción de Fritzl era que había nacido para violar', señaló Kastner. La psiquiatra consideró que Fritzl no tuvo remordimientos y 'fue consciente en todo momento de su actuación culpable'. Fue capaz de llevar una vida normal con su mujer y sus hijos olvidándose del martirio de Elisabeth y los pequeños en el sótano.

Un informe pericial sobre las características arquitectónicas del sótano demostró ayer que Fritzl había asumido sin escrúpulos la posibilidad de que los habitantes del sótano murieran si a él le pasaba algo durante alguna de sus vacaciones. Fritzl mintió al declarar que la puerta del sótano tenía un sistema de aperturaautomática.

El llamado 'juicio del Siglo', que ha atraído a cientos de periodistas de una veintena de países, tiene previsto dictar la sentencia el jueves.

La sesión de hoy se abrió de nuevo a un número restringido de periodistas, después de que la jornada de ayer se desarrollara a puerta cerrada para proteger la intimidad de la víctima.

El testimonio de Elisabeth fue presentado ayer a los ocho miembros del jurado mediante un vídeo en el que relató sus 8.461 días de cautiverio, las violaciones, los siete hijos que dio a luz en el sótano y su vida en un habitáculo de apenas 60 metros cuadrados, sin ventilación ni luz natural.

Los miembros del tribunal, la fiscalía y la defensa escuchará hoy el testimonio de la psiquiatra Adelheid Kastner, autora del informe pericial sobre la personalidad del acusado. El contenido de ese peritaje fue filtrado hace días a la prensa e indica que bajo la apariencia banal del acusado se esconde, en palabras del propio Fritzl, 'una vena maligna'.

Según la autora del peritaje, existe el riesgo de que en el futuro Fritzl 'cometa actos con graves consecuencias'. El informe descarta que el llamado 'Carcelero de Amstetten' sufra algún tipo de enfermedad mental y estima que en el pasado fue perfectamente consciente de sus actos.

El examen psiquiátrico revela una 'alteración de las preferencias sexuales', un enorme narcisismo y una 'incapacidad emocional' de sentir empatía con el sufrimiento de sus víctimas.

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