Este artículo se publicó hace 16 años.
Montilla dice que la obra de conexión del Ebro será catalana, pero la pagará el Estado
El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha asegurado hoy que la obra de conexión de la cuenca del Ebro con el área de Barcelona será una infraestructura propiedad de los catalanes, pero la pagará el Estado a través de los Presupuestos Generales (PGE).
En declaraciones a RAC 1 recogidas por Efe, Montilla ha explicado que el abastecimiento de agua "es una competencia de la Generalitat" y por lo tanto esta obra de interconexión de redes "la tendríamos que pagar nosotros".
"Esto lo tendría que pagar la Generalitat porque es una infraestructura que será nuestra, no será del Estado, pero en este caso lo pagará el Estado con los PGE. Es lo que hemos acordado", ha subrayado.
Montilla ha apuntado que "no hay dinero en el Estatuto", sino que este texto se limita a señalar que "el Estado debe invertir en Cataluña en infraestructuras el 18,8% (del presupuesto) global del Estado".
"Qué inversiones hace el Estado es cosa del Estado", ha puesto de relieve.
Asimismo Montilla ha explicado que "no se puede dar por acabado" el trabajo para garantizar agua de boca", pero ha asegurado que no habrá restricciones en otoño tras la realización de las obras del trasvase del Ebro.
Montilla ha reiterado que la obra "no es un trasvase" porque no es de carácter permanente y ha subrayado que el proyecto del Ebro "no es el mismo que el que se planteaba en el Plan Hidrológico Nacional", porque éste estaba pensado para ser permanente, mientras que el actual "es sólo una aportación temporal".
"Cuando acabe la situación de excepcionalidad, no se usará más", ha añadido.
Montilla ha confesado que la destitución del conseller de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, "no le ha pasado por la cabeza", ya que, en su opinión, ha tomado "decisiones difíciles", y ha negado tener que ratificar al conseller "porque no ha estado cuestionado".
Respecto al trasvase del Ródano propuesto por CiU, Montilla ha asegurado que "es para distraer al personal", ya que se trata "de una solución para dentro de 15 años", y se ha mostrado "dispuesto a hablar" sobre el asunto, aunque desde la Generalitat "ya se han tomado decisiones con las desaladoras".
"No me gusta que el grifo esté en otro país, dependiendo de un gobierno francés y unos regantes franceses que, además, darían un agua más cara", ha subrayado Montilla, que se ha preguntado por qué CiU, "después de gobernar tanto tiempo, no lo hizo".
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