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Muestra sobre el cerebro humano revela "misterios de la mente"

Reuters

Por Kate Kelland

Lo hemos conservado en líquido,disecado, perforado, momificado, cortado y analizado durantesiglos, pero la entidad más compleja del universo conocido -elcerebro humano- sigue generando una misteriosa fascinación.

Con muestras del cerebro de Albert Einstein conservado entrozos, y especímenes de otras cabezas de personajes famosos yotros nefastos, como el matemático inglés Charles Babbage y elasesino serial William Burke, abre una exhibición en Londresesta semana que intenta revelar parte del misterio de la mente.

Los curadores señalan que muestra "a la mente como materia",con una perspectiva histórica sobre lo que han hecho los sereshumanos con los cerebros con el argumento de la intervenciónmédica y la investigación científica.

"Este órgano único y frágil se ha vuelto objeto de los másprofundos temores y creencias de la sociedad moderna, y dealgunas de las prácticas más extremas y tecnologías avanzadas",dijo Marius Kwint, co-curador de la muestra que habló conperiodistas en una presentación previa de la Wellcome Collectionen el centro de Londres.

"Las diferentes formas en las que hemos tratado yrepresentado los cerebros físicos reales abren muchosinterrogantes sobre nuestras mentes recolectoras", añadió.

Los científicos reconocen que el cerebro contiene 100.000millones de células nerviosas y unos 100 billones de conexionesneuronales o sinapsis.

HERRAMIENTAS BÁSICAS

Investigaciones actuales como el Proyecto Conectoma Humanoestán buscando las conexiones cerebrales a través de lastécnicas por imágenes más recientes, pero las personas hanestado intentando desde tiempos prehistóricos escarbar más alládel cráneo e indagar en profundidad qué vuelve a una mente tandiferente de otra.

Las herramientas presentes en la exhibición -desde untrépano con mango de madera y una espada creada con dientes detiburón hasta una lima craneana del siglo XIX que parece unsacacorchos o destapador de botellas, muestran cuán difícilpuede resultar llegar al cerebro.

"Las herramientas son sorprendentemente básicas, aún cuandoel tratamiento de los cirujanos es increíblemente cuidadoso",dijo Kwint.

La muestra presenta un cráneo de 5.000 años de antigüedadcon perforaciones que muestran desde hace cuánto tiempo loshombres han estado usando la intervención directa sobre lamateria cerebral.

También hay instrumentos más modernos como una máquina deterapia electroconvulsiva (TEC) de 1950 conservada de unhospital mental británico que comenzó a funcionar en 1829 comoun "asilo para lunáticos indigentes".

Dividida en cuatro secciones, la exhibición destina uncuarto de su espacio a cómo el cerebro ha sido conservado parala posteridad.

La co-curadora Lucy Shanahan dijo que mientras queespecímenes como las rodajas del cerebro de Einstein puedenofrecer poco en términos de cómo manejó la mente del grancientífico cuestiones como la Teoría de la Relatividad, supreservación aún hace a las personas detenerse y pensar.

"Es fascinante estar enfrentado a cerebros reales. Cuandoves uno, o parte de uno, en un frasco o fuente, de alguna maneraeso no revela casi nada, pero al mismo tiempo te hace detener yrelacionar eso con qué está pasando dentro de tu propia cabeza",dijo Shanahan a Reuters.

"Es una fascinación, si no una obsesión", añadió.

La exhibición termina con la muestra de entrevistas grabadasa posibles donantes de cerebro, algo que busca subrayar laimportancia del suministro continuo de material fresco paratrabajar en la búsqueda de nuevos tratamientos para condicionescomo la enfermedad de Alzheimer.

Uno de los entrevistados es Albert Webb, nacido en el estede Londres en 1919, quien dice que se vio motivado a prometerque donará su cerebro a la ciencia luego de que su mujer Ellenmuriera de Alzheimer. "Haré un poco de bien a alguien", señala.

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