Ya sea por cansancio o por relevo generacional, Estados Unidos, la gran potencia mundial de la natación junto con Australia, comparece en estos Mundiales con numerosas y destacadas ausencias. Ni eso ni el poliuretano de los bañadores impedirán que en el Foro Itálico se vivan grandes momentos. Los siguientes prometen ser algunos de ellos.

El relevo generacional ha llegado al hectómetro, prueba reina de los Mundiales cuando Ian Thorpe, Alexander Popov, Pieter van den Hoogenband competían por dominarla. Retiradas las viejas glorias, el francés Alain Bernard aspira a iniciar su propio reinado el 30 de julio. El australiano Eamon Sullivan, el brasileño Cielo Filho y el estadounidense Jason Lezak se lo discutieron sin éxito en los Juegos. Ahora, con Sullivan ausente por una infección vírica, y vestido Bernard con el Jaked 01, el francés parece más inalcanzable.

Hace apenas dos semanas, Asch-win Wildeboer sorprendió al mundo al surcar más rápido que nadie los 100 metros espalda. Diez días después, el tricampeón mundial Aaron Peirsol ponía las cosas en su sitio al convertirse en el primer hombre que bajaba en los 52 segundos en esta prueba. El duelo entre el rey y el aspirante a sucederle, el 28 de julio, se anuncia apasionante.

La ausencia del estadounidense Ian Crocker, plusmarquista mundial antes de que Michael Phelps también acaparase este récord, le restará competitividad a una prueba que tendrá el aliciente de comprobar si el serbio Milorad Cavic le complica tanto la vida al fenómeno de Baltimore como lo hizo en Pekín (31 de julio).

Será su primera gran competición desde que se convirtió en plusmarquista de esta prueba y Rafa Muñoz tendrá que impedir, el 31 de julio, que Alain Bernard se convierta en el auténtico rey de la velocidad y que Cielo Filho confirme que Brasil ha llegado a esta disciplina para cuestionar el dominio de las potencias tradicionales.

Con 31 años, Gemma Mengual será la nadadora más veterana y más laureada de los campeonatos. Le falta, sin embargo, el oro mundial en la modalidad de solo para poner el gran broche dorado a su carrera. El próximo 23 de julio, el rival será, como siempre, Rusia, que esconde todos los detalles como un secreto de estado.

La selección liderada por Guillem Molina debutará en los Mundiales con un duelo de aúpa. El próximo lunes, ante Serbia, España decidirá buena parte de su suerte en el campeonato: acabar primero de grupo esta primera fase da acceso directo a los cuartos de final.