Público
Público

Una novela sobre el amor con épica caballeresca

'Público' presenta 'Erec y Enide', un libró más de la colección Vázquez Montalbán

DANIEL VÁZQUEZ SALLÉS (Escritor. Autor de 'La fiesta ha terminado')

Para quien desconozca o quiera ahondar en la vida y la obra de Martí de Riquer, catedrático de Románicas en la Universidad de Barcelona y uno de los más sabios medievalistas del siglo XX, recomiendo la biografía Martí de Riquer, vivir la literatura, escrita por Cristina Gatell y Glòria Soler. La influencia del profesor Riquer en generaciones de alumnos que disfrutaron de su sapiencia queda reflejada en la novela Erec y Enide, publicada en 2002.

Desde que Manolo asistió a finales de los cincuenta a las clases magistrales dedicadas a la obra de Chretien de Troyes impartidas por el catedrático, supo que un día adaptaría a los tiempos modernos esa historia sobre la recuperación cotidiana del amor y en la que Erec, criticado por sus compañeros al haber abandonado por amor sus obligaciones como caballero en la Corte del Rey Arturo, decide emprender un viaje. El periplo consiste en seguir a Enide y salvarla ante los peligros que se le vayan presentando.

Decidido a demostrar que el amor, el desamor y los problemas cotidianos que plantea el libro de Chretien de Troyes eran trasladables a las relaciones del siglo XX, Manolo escribió el poema Erec y Enide. Pero esa oda sólo fue una pincelada para desarrollar, tres décadas más tarde, una novela en la que regaló el protagonismo a Julio Matasanz, un profesor medievalista que decide dar la última conferencia de su vida, titulada Erec y Enide, y a Pedro, el hijo de Julio que está viviendo en América Latina, junto a Myriam, peripecias parecidas a las del caballero artúrico y su amada. Las maneras egoístas, egocéntricas y depredadoras que ejerce el profesor Matasanz sobre su mujer Madrona y su amante Myrna, contrasta con las relaciones amorosas llenas de complicidad que viven Julio y Myriam.

Cuando terminó de escribir la novela, el primer lector fue el profesor Riquer. Manolo nunca quiso perder su condición de alumno ante las opiniones de su viejomaestro.

 

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias