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Las novias de corto piden paso

EFE

Los vestidos de novia cortos han tenido en esta 18 edición de la Barcelona Bridal Week su mejor momento en la colección del alicantino Pepe Botella, que en un desfile en el que ha rendido un tributo a las grandes voces femeninas de la música ha mostrado seis vestidos por encima de la rodilla.

De Botella ha sido también el único traje pantalón que ha subido a esta pasarela, en raso blanco y con chaqueta de organza.

Al primero de los seis, un palabra de honor vaporoso con varias capas de gasa, le ha seguido una falda tubo de encaje con un blusón de seda, sin mangas, y atado al cuello con un adorno de flores.

Ha continuado con un minivestido abullonado, otro a base de superposiciones en pico de seda y gasa, y con dos faldas cortas irregulares, una de ellas toda cosida en nidos de abeja, con mucho volumen y que cimbreaba con buen ritmo al andar.

La colección, que lleva la firma de Lucía Botella, ha sido de las más blancas que se han visto, aunque también ha incorporado tonos marfil y, por supuesto, cuentas brillantes de cristal, el no va más de la moda nupcial para el 2009, pues están presentes hasta la saciedad en todas las propuestas.

La firma Franc Sarabia, que ha tenido que alertar a sus clientas de que sus creaciones llevan siempre el forro con su nombre para luchar contra las imitaciones, y que recientemente ha trasladado su taller a un nuevo recinto de la Cartuja de Sevilla, ha elaborado una colección romántica en la que ha mezclado cortes tipo imperio, detalles barrocos y toques lenceros.

La colección ha contado además con las aportaciones del catalán Joaquim Verdú, más próximas al concepto de novia clásica, bien elaboradas y alejadas del común denominados de la mayoría. Pocos escotes palabra de honor, poco brillo, espaldas cruzadas y detalles inocentes.

Con un toque muy torero el valenciano Francis Montesinos, que también se integra en Franc Sarabia, ha sido lo contrario, todo escotes bañera, muchos volúmenes y volantes y capas que se cruzan con cortes muy estudiados.

La canaria Siona García, que constituye la cuarta generación de una familia dedicada a la alta costura, ha compartido espacio con De la Cierva y Nicolás, los primeros del calendario de hoy, tercer día de Pasarela Gaudí Novia.

En la pasarela ha desgranado una colección muy agradable de marcados años 50 en encaje de Calais, chantillís y gofrados en la que no han faltado sus habituales toques de color y se ha decantado por cuellos grandes, chaquetas cortas, cinturas de avispa y faldas acampanadas, mientras que De la Cierva y Nicolás, con dos tiendas propias en Murcia y Pamplona, respectivamente, se han inspirado en los años 20.

El mediodía ha servido para inaugurar bajo la cúpula del Museo Nacional de Arte de Cataluña una exposición de trajes de novia que tienen en común estar adornados con elementos de la firma Swarovski, que invitó a un centenar de diseñadores, entre ellos a los catalanes Josep Font y Manuel Mota, a crear piezas exclusivas para mostrar las posibilidades de sus cristales tallados en la moda nupcial, una propuesta que ha inundado el sector.

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