Este artículo se publicó hace 15 años.
El número dos del Vaticano incide en diferencias con el Gobierno
El secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, admitió el jueves diferencias con el Gobierno español en temas como el aborto, el matrimonio homosexual o la libertad religiosa, después una apretada agenda que le ha llevado a reunirse con los principales miembros del Ejecutivo.
Bertone, que llegó a España hace dos días, desplegó el miércoles una intensa actividad con encuentros con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega; y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que trataron de exponer sus posturas en asuntos espinosos para ambas partes.
"Naturalmente, sobre el aborto tenemos posiciones distintas, aunque yo he intentado comprender y también hacer entender que si algo es necesario, es restringir y no ampliar la posibilidad de los abortos", declaró el número dos de la Santa Sede durante una breve rueda de prensa el jueves.
El secretario de Estado del Vaticano, que ayer también despachó con el Rey, estuvo en la capital para impartir la conferencia "Derechos Humanos en el magisterio de Benedicto XVI", durante la que hizo una férrea defensa de los postulados de la Conferencia Episcopal.
"La dignidad del ser humano, el tema clave de toda la doctrina social de la Iglesia, implica, entre otras cosas, el respeto a la vida desde su concepción hasta su ocaso natural", expresó durante su discurso impartido en la sede del obispado en Madrid, adonde llegó entre fuertes medidas de seguridad.
"No podemos caer en el engaño de pensar que se puede disponer de la vida hasta legitimar su interrupción, enmascarándola quizá con un velo de piedad humana", agregó, en momentos en que el Gobierno prepara una reforma de la ley para despenalizar el aborto este año.
El Ejecutivo está estudiando la posibilidad de aplicar una norma de plazos, que permita interrumpir el embarazo libremente en las primeras semanas de gestación.
La legislación actual permite el aborto en casos como la violación, malformaciones en el feto y el riesgo para la salud de la madre.
Bertone incidió en que "la Iglesia proclama que la vida familiar está fundada sobre el matrimonio de un hombre y una mujer, unidos por un vínculo indisoluble" y sostuvo que la enseñanza de la religión en los centros públicos es acorde con el principio de laicidad.
"No supone adhesión ni, por tanto, identificación del Estado con los dogmas y la moral que integran el contenido de esta materia (...) Este tipo de enseñanza no es contraria al derecho de libertad religiosa de los alumnos y de sus padres, debido a su carácter voluntario", añadió.
Las relaciones entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal han sido tensas desde el comienzo de la primera legislatura del PSOE en 2004, y han llevado a los obispos a manifestarse por primera vez en la democracia en protesta por la aprobación de leyes como la de los matrimonios homosexuales o el "divorcio exprés".
Días antes de las elecciones generales de 2008, la Iglesia católica eligió al cardenal Antonio María Rouco Varela, perteneciente al ala más conservadora, para dirigir la Conferencia Episcopal.
En los últimos años la asistencia a la Iglesia en España han descendido y los índices de divorcios están entre los más altos de Europa.
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