Tras ocho horas de incesante lluvia sobre el Centro Nacional de Tenis Billie Jean King, en Flushing Meadows, la competición ha vuelto en el Abierto de Estados Unidos, con la disputa, al mismo tiempo, de las dos semifinales individuales del cuadro femenino.

El cielo ha amenazado agua desde primera hora. Pero concedió una tregua de cincuenta minutos. Lo suficiente para que Rafael Nadal solventara, en poco más de media hora, su encuentro de cuartos de final aún, contra el chileno Fernando González, que le dio la clasificación para las semifinales (7-6(4), 7-6(2) y 6-0).

Minutos después, y cuando las parejas que forman el checo Lukas Dlouhy y el indio Leander Paes y su compatriota Mahesh Bhupathi y Mark Knowles, de Bahamas, intercambiaban golpes en el calentamiento previo de la final de dobles masculino, la lluvia irrumpió de nuevo y los tenistas se marcharon al vestuario.

Ya no hubo más tenis en la sesión. El tiempo pasó sin que se pudiera retomar la competición. Y la organización decidió trasladar al sábado esta final masculina y el encuentro de semifinal de dobles femenino entre la zimbabuense Cara Black y la estadounidense Liezel Huber y las australianas Samantha Stosur y Rennae Stubbs.

Ocho horas después, a las 21.15 locales (01.15 GMT) la competición se ha retomado. Casi al mismo tiempo han comenzado los encuentros de semifinal individual femenina entre la belga Kim Clijsters y la estadounidense Serena Williams, en la pista central Luis Armstrong y el de la belga Yanina Wickmayer y la danesa Caroline Wozniacki, en la Louis Armstrong.