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Los paquistaníes celebran con fervor la fiesta del cordero, pese al atentado

EFE

Los paquistaníes celebran hoy con fervor el festival del sacrificio del cordero (Eid-ul-Azha), una de las principales fiestas islámicas, pese a que haya quedado ensombrecida por un atentado suicida en el interior de una mezquita.

El festival se celebra el décimo día del mes de Dhul Hijja del calendario islámico y marca el fin de la peregrinación a La Meca, el viaje que se considera que todos los musulmanes tienen que hacer al menos una vez en la vida.

La fiesta conmemora la obediencia del profeta Ibrahim (el Abraham de la Biblia) para sacrificar a su hijo, siguiendo las instrucciones de Dios.

Por eso, las familias paquistaníes sacrifican un animal, generalmente una cabra o cordero por familia, que tiene que estar bien de salud y sin taras físicas.

Millones de musulmanes acuden este día a las mezquitas para ofrecer el "namáz" (oraciones coránicas) y los ulemas dan sermones especiales sobre la importancia de la ocasión, además de pedir a los fieles que respeten las consignas del Islám.

En una mezquita del noroeste, el festival quedó ensombrecido por un atentado suicida contra el ex ministro de Interior, Ahmed Aftab Sherpao, que causó la muerte de 54 personas que se encontraban rezando.

El atentado, sin embargo, no logró cambiar el curso del día de millones de devotos, que en Pakistán rezan además por lo que consideran la liberación de territorios como Cachemira y Palestina y para obtener la paz en esas regiones.

En la India, el Eid fue celebrado con igual ímpetu por los más de cien millones de musulmanes del país, que forman la principal minoría religiosa.

Allí, eso sí, los ulemas han pedido a los creyentes que eviten sacrificar vacas para no herir los sentimientos de los hindúes, que las consideran sagradas.

El Eid recoge la posibilidad de que siete familias reunidas puedan sacrificar unidas una vaca. EFE

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