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París evoca el agua soñada como tesoro a proteger, a disfrutar y a contemplar

Agencia EFE

El Prêt-à-Porter de París evocó hoy de manera muy especial el agua, como tesoro máximo a conservar con Martithé y François Girbaud; como medio natural para la mujer-pirata soñada por Jean-Paul Gaultier; o como increíble telón de fondo, en el Museo de La Orangerie, para los diseños de Stella Cadente.

Allí, en el Museo de La Orangerie brindó la diseñadora Cadente la perfecta ocasión de contemplar las "Nymphéas" (1903), del pintor impresionista francés Claude Monet (1840-1926), y de desfilar ante las maniquíes que portaban sus creaciones para la primavera-verano 2008, sentadas en los bancos ovoides previstos para el descanso de turistas y amantes de la contemplación pictórica.

El célebre impresionista, dejó escrito en su testamento que ningún otro artista debía exponer sus obras allí, pero el conservador del Museo, Pierre Georgel, se rindió ante el argumento de la modista de que "no soy una artista, sino una simple artesana", explicó a EFE Stella Cadente.

Pese a su inmovilidad, las maniquíes, vestidas de vichy negro, rosa o anís, maquilladas con pequeños toques muy vivos en color naranja, recordaban la danza, en faldas evasé cortas, sobre volantes blancos, pequeños boleros, o amplias faldas-tutu de tul negro, pantalones cortos, gabardinas y, ante todo, vestidos de cóctel y de noche, a veces levemente estampados.

Con Jean-Paul Gaultier, el agua sólo se intuía a lo lejos, en cualquier exótico puerto o en alta mar.

Lugar idóneo para sus sofisticadas bucaneras, siempre con la cabeza cubierta con sombreros 'ad hoc', pañuelos, y pequeños o grandes mantones con flecos.

Túnicas, chaquetas, cinturones de múltiples hebillas, muy delgados, de cuero, o en tela militar, a juego con el bolso o con los short guerreros, fueron algunos de los elementos de este desbordante desfile.

Prendas superpuestas, drapeadas y cruzadas asimétricamente; pantalones hasta justo por debajo de las rodillas, faldas largas de gitana, bordadas, caladas en negro, pero, sobre todo, en verdes y marrones oxidados, botas altas de cuero y sandalias de alto tacón, ilustraron lo que será el próximo verano Gaultier.

El tema marino llegó hasta las rayas blancas y azules características de la casa, porque el modisto las portó en forma de camiseta durante años y, porque hoy, son el jersey-uniforme de algunos de sus empleados, en particular las señoritas que acomodan a los invitados en sus desfiles.

Sobre la pasarela se hicieron de gala y de lentejuelas azules y blancas, en forma de chaqueta, mezcladas con los tonos oxidados del verano 2008, o rojas y blancas, en voluminosas faldas largas de rayas horizontales, a juego con las chaquetas de rayas, horizontales o verticales, y con sombrero en los mismos tonos y motivos.

Además de verdes y marrones, con algunos conjuntos azulados y negros, la visión primaveral de Gaultier se llenó de blanco para cerrar el desfile.

No cualquier blanco, blanco puro de novia, para un sinfín de recién casadas con sus correspondientes velos y todavía con sus correspondientes ramos de flores.

El novio fue él, Gaultier, corriendo al final como siempre sobre la pasarela para saludar a su público, entre el que se encontraba famosos como Zingaro, jinete fundador del teatro ecuestre o, menos conocidos, en París, como la princesa y también diseñadora tailandesa de 20 años Sirivannavari Nariratana, acompañada de un muy amplio séquito.

Nariratana, fue la misma que el lunes deleitó al público internacional parisino con su primer desfile, celebrado en la Opera de París u Opera Garnier, ante un impresionante cortejo militar tailandés.

Por su parte, el agua de Marithé y François Girbaud fue muy diferente a las de sus colegas, y consistió en el anuncio de que para obtener el envejecimiento del denim vaquero ya no recurren más al lavado con agua y piedras, sino a "la energía concentrada de la luz", lo que permite "salvar millones de litros de agua".

De acuerdo con el medio a proteger, reinó el blanco y el plateado sobre el podio, combinados entre sí de múltiples maneras, a veces con el negro y, muy raramente, con el rojo y el coral.

Las firmas Balenciaga, Junya Watanabe, Tsumori Chisato, Lutz, Viktor & Rolf, Issey Miyake, Ann Demeulemeester, Comme des Garçons, Véronique Branquinho, Talbot Runhof, Jean-Louis Scherrer y Jeremy Scott fueron otros grandes nombres del día.

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