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Patxi López (PSE-EE), "absolutamente convencido" de que el juicio "quedará en nada"

EFE

El secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, se ha mostrado hoy "absolutamente convencido" de que el juicio que se iniciará mañana en Bilbao contra él y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, por sus reuniones con la ilegalizada Batasuna, "quedará absolutamente en nada".

"No habrá ningún tribunal que diga que la política no tiene que servir para avanzar en el camino de la paz y para resolver nuestros problemas", ha asegurado.

López ha acompañado hoy a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, en la inauguración de un monumento en recuerdo a Indalecio Prieto en la estación de ferrocarril de Bilbao que lleva el nombre del político y periodista vasco de la Segunda República.

Según ha avanzado el secretario general del PSE-EE en declaraciones a los periodistas, mañana acudirá al juicio "con naturalidad y tranquilidad", y convencido de que el proceso terminará de las misma manera, "sin ningún cargo, porque no hay nada punible en nuestra actuación".

López ha señalado que el juicio ha sido instigado por la derecha política, que "ha llevado a los tribunales aquello que era incapaz de solventar en el terreno de la crítica y el debate político".

Ha insistido en que los socialistas que participaron en esas reuniones con los dirigentes de Batasuna "no hemos cometido ningún delito, sino al contrario, cumplimos con nuestra obligación porque cualquier político tiene la obligación, cuando hay una oportunidad para conseguir la paz, como creíamos que existía entonces, de intentarlo".

La reunión "que nos lleva a los tribunales", ha recordado López, tenía dos objetivos: "avanzar en el camino hacia la paz y hacer posible que el mundo que daba cobertura a la violencia se integrara en la democracia, que es un sistema que integra a todo aquel que quiere hacerlo y desea utilizar exclusivamente las herramientas de la política".

"Desgraciadamente", ha reconocido, "no fue posible, porque ETA frustró nuestras esperanzas de conseguir la paz y acabar con la violencia, pero hicimos lo que teníamos que hacer".

Se ha mostrado convencido de que lo que la sociedad "y nosotros mismos no nos hubiéramos perdonado es no haber intentado avanzar hacia la paz".

Por eso, según ha explicado, encara este juicio con "la conciencia absolutamente tranquila, en la defensa de que la política tiene que servir para resolver problemas, y más si estamos hablando del principal problema que tiene este país, que es la violencia y el terrorismo".

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