Pau Gasol, con 20 rebotes -ocho de ellos ofensivos- en la victoria de los Lakers frente a los Timberwolves (104-92), batió su mejor marca como profesional en ese apartado, algo por lo que el español se congratuló al término del duelo.

"Esperaba que el último contase, porque fue justo al final", dijo el ala-pívot de la franquicia californiana. "Me había quedado corto un par de veces, rozando esa cifra, así que estoy contento, pero más aún por ganar y contribuir a ello", añadió.

Debido al talento ofensivo existente en el conjunto angelino, Gasol se ha propuesto destacar recogiendo rebotes. "Estoy intentando esforzarme más en ese aspecto, tenemos a mucha gente que puede aportar en ataque así creo que es conveniente", apuntó.

La lesión en un dedo de la mano derecha de su compañero Kobe Bryant no preocupa a Gasol. "No creo que vaya a rendir menos, espero que mañana se siente mejor y que no sea gran cosa", manifestó el español, que junto a su equipo comienza mañana una gira de cinco partidos fuera del Staples Center.

"Esperemos que vayan bien las cosas. Será un reto, pero queremos hacerlo tan bien como en casa", declaró Gasol, que ha jugado 17 de los primeros 21 partidos de la temporada en Los Ángeles.

Su próximo rival serán los Utah Jazz, un equipo que puede ofrecer tanta resistencia o más que el rival de esta noche. "Hoy hemos hecho un buen partido, aunque no fuera demasiado bonito por nuestro parte. Resolvimos que es lo importante, y mañana ante Utah nos mediremos como equipo una vez más", apuntó.

"Nos viene bien jugar contra equipos duros, con agresividad y dureza. Minnesota jugó fuerte, capturaron muchos rebotes y jugaron con intensidad. Hubo que estar atentos. Tienen a gente joven y atlética en el perímetro. Fue difícil pero obtuvimos una buena victoria", concluyó.