La Fiscalía pidió hoy una pena de 15 años de cárcel para Ramón Sagarzazu, presunto dirigente de ETA detenido en mayo de 2005, y de doce y ocho años, respectivamente, para los dos subalternos que fueron arrestados junto a él, Bernard Sansebastián y Oier Goitia.

El fiscal del Tribunal de Apelación de París, Jean-Claude Kross, solicitó que dos tercios de la pena de cada uno de los tres encausados sean de cumplimiento efectivo y que los dos que tienen nacionalidad española -Sargarzazu y Goitia- sean expulsados de forma definitiva de Francia al término de su condena.

"No son terroristas ocasionales, son terroristas 365 días al año y 24 horas al día", subrayó Kross, que recordó que la "misión" de los etarras que como ellos actúan en Francia es "facilitar el trabajo" de los que cometen los "asesinatos", sobre todo en España.

Kross insistió en que si quedaba alguna duda sobre el hecho de que Sagarzazu Gaztelumendi (45 años) era un dirigente etarra, su comportamiento en este proceso, iniciado el miércoles de la semana pasada, ha servido para aclararlas.

"Usted ha sido un jefe en la audiencia, saltaba a la vista", dijo dirigiéndose a este hombre de 45 años a quien, recordó, lo reclama también España para juzgarlo.

Sobre su papel de dirigente, dijo que entre las pruebas del sumario aparece su implicación directa en las conversaciones preparatorias de la negociación con el Gobierno español en 2005, incluyendo un documento que había redactado él mismo y que se le requisó en prisión en septiembre de ese año, dirigido al comité ejecutivo de la organización terrorista.

Igualmente señaló que como responsable era el que se encargaba de la distribución del dinero a los miembros de su estructura, y contó cómo se le encontró un sobre con 5.000 euros en el que se había escrito que ya se habían entregado otros 6.000 al aparato militar.

El representante del ministerio público justificó los 12 años solicitados para Sansebastián, tras recordar que "ETA es su familia" hasta el punto de que su mujer también está encarcelada por su pertenencia a la banda, y que además se trata de "un antiguo militante, un muy antiguo militante", que ya ha sido condenado en dos ocasiones, en 1997 y en marzo de 2009, a seis años cada vez.

"Ni usted ni yo tenemos futuro -comentó el fiscal aludiendo a los 59 años de este acusado- pero tenemos presente, y es ese presente lo que me inquieta en usted".

De Goitia, el más joven de los tres encausados (35 años), Kross hizo referencia a su inteligencia así como a la sonrisa que ha mantenido durante el juicio porque, a su parecer, "detrás de su sonrisa está su fanatismo".

El fiscal consideró plenamente demostrado el cargo de extorsión pesa sobre los tres porque "nadie puede ser ingenuo sobre el origen fraudulento" del dinero que recibían de ETA, y sobre ese punto recordó las palabras de un policía antiterrorista que declaró en el proceso, y que dijo que en 2009 la organización había reclamado el llamado "impuesto revolucionario" a unas 2.000 empresas.

Kross reprochó a los tres que se sientan en el banquillo el "mutismo" a las preguntas que le ha hecho el tribunal durante el proceso

"Su silencio es inútil porque tenemos las respuestas" en forma de pruebas de culpabilidad que "permiten reconstruir la tela de araña que es ETA", añadió.

Sagarzazu, Goitia y Sansebastián fueron capturados en un piso franco de Romans sur Isère el 23 de mayo de 2005 y esa operación condujo a otras viviendas que alguno de los tres había ocupado o había alquilado para otros etarras.

Mañana por la mañana se reanuda el juicio con el alegato de la defensa y luego se dará la palabra a los acusados por última vez. El veredicto se hará público por la tarde.