Este artículo se publicó hace 15 años.
Los piratas somalíes son una amenaza de largo alcance
Por Jonathan Saul y William Maclean
Las medidas contra la piratería en la costa de Somalia parecen estar obligando a los piratas a ampliar su rango de acción en el océano Índico, desplazando la amenaza más allá de la protección de las fuerzas navales internacionales.
Hombres armados lanzaron el lunes su mayor intento de ataque hasta la fecha al abrir fuego contra un carguero con bandera de Hong Kong, el BW Lion, a 1.000 millas náuticas al este de Mogadiscio, según informó la fuerza naval de la Unión Europea, la EU Navfor.
El intento falló, pero fue una demostración de la cruda ambición de estas bandas para burlar a las fuerzas navales desplegadas contra ellos y derrotar a esta defensa más alentada por sus víctimas civiles.
"Es un progreso bastante tremendo. Muestra que los piratas son un oponente confiado y adaptable", dijo Martin Murphy, un experto en conflictos marítimos en el Centro de Asesoramiento Estratégico y Presupuestario en Washington.
Las aguas del cuerno de África, líneas marítimas vitales que unen Asia y Europa, han sufrido un incremento abrupto en los ataques de los piratas, que han ganado decenas de millones de dólares en rescates con los secuestros de barcos, sobre todo extranjeros, en los últimos tres años.
La distancia mínima que se aconseja mantener a los barcos con la costa se ha incrementado en ese período a las 600 millas desde menos de 200. Los piratas normalmente usan barcos nodriza para navegar cientos de millas y después atacan en botes pequeños.
PAGO DE RESCATES
"Han demostrado su competencia en distancias más y más grandes. En cada etapa de su progreso, los piratas han ido al que era su límite de alcance previamente asumido, sabiendo que allí es donde encontrarán barcos a los que atacar", dijo Murphy.
El ataque del lunes sigue a otros incidentes similares realizados a distancias de la costa este bastante más alejadas que en los intentos previos, que a menudo ocurrían dentro de las 200 millas.
El 29 de octubre, por ejemplo, los piratas secuestraron un pesquero de bandera tailandesa, el Thai Union, a unas 200 millas náuticas al norte de las Seychelles y a 650 millas de la costa somalí.
El 19 de octubre, secuestraron un barco de carbón, el De Xin Hai, a unas 700 millas náuticas al este de Somalia.
Tony Mason, secretario general de la Cámara Naviera Internacional, que representa el 75% de la industria global, dijo que las informaciones sobre los ataques del lunes eran preocupantes.
"Es un problema realmente grande si la navegación en este tipo de zonas tiene que considerarse susceptible de ataques de piratas", afirmó.
Irónicamente, el avance parece proceder en parte de la mejoría de la seguridad a bordo. Respondiendo a consejos de los expertos, muchas tripulaciones ahora toman una gran variedad de medidas para resistirse e los piratas, para tener tiempo para permitir a la fuerza naval acudir en su rescate.
Este tipo de medidas pueden incluir la instalación de alambres de espino, mangueras, hacer navegar la embarcación con una trayectoria en zigzag y aumentar la velocidad. Pero este tipo de medidas en aguas remotas podrían no ser muy útiles ya que hay pocas fuerzas navales activas allí para rescatarlos.
Las embarcaciones extranjeras están desplegadas principalmente en la coste norte de Somalia, en el Golfo de Adén. Desde principios de año han establecido un corredor de tránsito vigilado para que los barcos pasen por los puntos vulnerables.
Estas medidas han disuadido a los piratas, pero sólo tienen efecto cuando las fuerzas navales están presentes.
que no se acepte la piratería en esta zona como una forma de vida", dijo Mason, del ICS. "Para nosotros es inaceptable. Necesitamos pedir a los gobiernos una nueva reflexión sobre cómo van a tratar realmente este problema".
Un analista regional que declinó ser identificado dijo que los piratas eran más eficientes ya que usaban GPS y porque cumplían desafíos logísticos como suministro de combustible a su tripulación en aguas remotas.
Los piratas buscarían embarcaciones grandes, como cargueros, según el analista, como forma de asegurarse un rescate elevado.
James Burnell-Nugent, ex comandante en jefe de la marina británica, dijo a Reuters: "Los barcos han hecho un trabajo paliativo fantástico al hacer frente a los síntomas. El Golfo de Adén es mucho más seguro de que solía ser".
"Pero la raíz de las causas de esta amenaza, que está en tierra, todavía no se ha atendido".
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