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PP: Objetivo, Balears y Castilla-La Mancha

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A comienzos de junio de 2009, el líder del PP, Mariano Rajoy, reunía a su comité ejecutivo Nacional. 'Hay que preparar candidatos. No podemos improvisarlos en la última media hora', les comentó.

Pese a estas prisas por ratificar candidatos, a día de hoy el partido sólo ha nombrado de forma oficial a Luisa Fernanda Rudi, que encabezará la candidatura por Aragón, plaza clave para los conservadores, donde no gobiernan. El resto de candidatos, aunque se esperan muy pocas sorpresas, serán ratificados en un macroacto que la formación tiene previsto para septiembre u octubre.

En su mayor parte, se trata de caras conocidas. Repetirán seguro cuatro de los presidentes autonómicos del PP: Esperanza Aguirre (Madrid), Juan Vicente Herrera (Castilla y León), Ramón Luis Valcárcel (Murcia) y Pedro Sanz (La Rioja). Los conservadores no renuncian a ninguna autonomía, pero creen que el vuelco es sobre todo factible en Balears y Castilla-La Mancha. En las Illes debuta José Ramón Bauzá y repite en la comunidad manchega María Dolores de Cospedal.

Rajoy no ha podido emprender su descanso estival sin la asignatura pendiente de designar a todos sus candidatos principalmente por la situación judicial de Francisco Camps, presidente del País Valencià, imputado en el caso Gürtel. El panorama tampoco está despejado en Asturias ni en Navarra.

La dirección nacional del PP está convencida de que en el País Valencià ganan de calle independientemente del candidato. Es su excusa para no dar un paso al frente y decir abiertamente si Camps, imputado por cohecho, será el aspirante. En el partido está extendida la tesis de que si no existen novedades judiciales en los próximos meses, Camps será el cabeza de lista. De lo contrario, las apuestas apuntan a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Mientras tanto, la dirección nacional da a Camps una de cal y otra de arena.

Así, en menos de un mes se ha podido ver cómo Rajoy condicionaba la ratificación de candidatos a lo que digan los tribunales, mientras que Cospedal aseguraba estar 'convencida' de que Camps será el candidato.

Sin tramas corruptas de por medio, el panorama para Rajoy no pinta mejor en Asturias. Máxime, con el inconveniente de que es una comunidad en la que no gobierna. Hasta la fecha, la dirección nacional del partido no se ha pronunciado sobre la posiblidad de que el ex ministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos tome el testigo de Ovidio Sánchez. La opción Cascos no es muy bien vista por los dirigentes conservadores más jóvenes, que creen que el ex ministro recuerda el pasado del partido. Pero el principal problema está en los recelos que provoca en el seno del PP asturiano.

En los últimos meses han existido cruces de comunicados, incluso contradictorios entre sí. Por un lado, se conoció que Sánchez había recomendado a Rajoy que Cascos fuera el candidato. Por otro, las juntas locales del PP de Oviedo, Gijón, Avilés y Mieres han decidido rechazar su hipotética candidatura. Y el ex ministro sigue insistiendo en que son muchas las voces que quieren su regreso a la política. 'Si queremos ganar, debe ser él', reconoce un destacado miembro de la dirección del partido.

Si falla esta opción, suenan los nombres de Pilar Fernández Pardo, líder del PP gijonés, y el de Joaquín Aréstegui, portavoz en el Parlamento asturiano.

El PP medirá esta primavera su fuerza en la comunidad foral desvinculado de las siglas de UPN. Génova no se ha pronunciado todavía sobre si Santiago Cervera, presidente del PP de Navarra, va a ser el candidato. En este caso, el también diputado nacional tendría que renunciar a su acta, lo que restaría un escaño a los conservadores.

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