Tanto el caso Gürtel, que acecha al PP desde hace dos meses y está siendo investigado por los jueces, como el caso Filesa, que en los noventa puso al PSOE a los pies de los caballos y llevó a la cárcel a algunos de sus dirigentes, tienen que ver con la corrupción en las tesorerías de ambos partidos. Pero ayer, los populares intentaron poner vallas al campo cuando su secretaria general, María Dolores de Cospedal, afirmó rotunda que 'pese a lo que muchos querrían esto no es Filesa' rechazando, por tanto, cualquier analogía que se establezca con el caso Gürtel.

La número dos de los conservadores lo afirmó en Barcelona, ante Mariano Rajoy, la dirección del partido en Catalunya y todos los presidentes provinciales e insulares del PP, reunidos durante dos días en unas jornadas de trabajo en la ciudad condal. Unas sesiones que reportaron a la prensa hasta cinco discursos de dirigentes del PP pero en ningún caso la posibilidad de formular una sola pregunta a Rajoy, Cospedal, Ana Mato u otro dirigente nacional.

Año de alegrías pese a todo

En su intervención, Cospedal, que miró adelante afirmando que el año ha sido 'de muchas alegrías' pese al trato de la prensa en los últimos tiempos, quiso proyectar una imagen implacable con los corruptos del partido, si es que los hay.

'El PP irá contra quien no actúe correctamente', sostuvo la secretaria general un día después de que Rajoy asegurara que 'nadie podrá probar que no son inocentes' Gerardo Galeote y Luis Bárcenas, los dos últimos aforados imputados. 'Diremos una y mil veces que esto no es Filesa y que con quien no se porta como debe actuaremos en consecuencia, pero también defenderemos el principio de inocencia y la honorabilidad y respetabilidad de un partido nacido con la democracia', indicó.

 Como si no pasara nada

Los dirigentes territoriales se conformaron con esta leve referencia de Cospedal al asunto que monopoliza la vida interna del partido. Rajoy, que el día antes les trasladó a puerta cerrada que actuaría con 'equilibrio y serenidad', hizo ayer como si nada ante los focos. Lo avisó antes de empezar. Después de preguntar si había discursos 'en abierto' (con la prensa de oyente) o no, instó a dar un mensaje 'en positivo'. Y lo intentó. Por eso sacó pecho por el pacto con el PSOE en Euskadi para desalojar al PNV, habló de la crisis -'que el déficit público esté en el 8% es un disparate'-, agudizó las críticas contra Zapatero y presentó propuestas para pymes y autónomos.

Por la mañana, en Radio Tele Taxi, el líder popular se quejó de los medios al referirse al caso Gürtel. Lo hizo para lamentar que algunos dirigentes del PP aparezcan en ellos cada día vinculados a tramas de corrupción 'sin posibilidad de defenderse'.

En el lujoso hotel de Barcelona donde se celebraron las jornadas de los dirigentes territoriales, el ambiente era de preocupación sin excluir por ello el preceptivo cierre de filas. Nadie afirmó en público lo que muchos piensan y dicen con discreción: que Rajoy debería 'soltar lastre' forzando la dimisión de Bárcenas, aún tesorero del PP

Nada que ver

Los dirigentes presentes seguían afirmando que 'no es comparable' la montería de Baltasar Garzón con Mariano Fernández Bermejo, que acabó llevándose políticamente por delante al segundo, con la comida secreta entre el presidente del TSJ de Madrid, Francisco Javier Viera, y el consejero de Justicia de la Comunidad Francisco Granados.

Osó discrepar de la forma de proceder del partido el eurodiputado y ex-locutor de la Cadena Cope Luis Herrero. Según explicó si fuera él quien se encontrara en la situación de Galeote, también diputado en Bruselas, convocaría de inmediato una rueda de prensa para explicarse, puesto que 'la estrategia del partido frente a la opinión pública no está siendo eficaz'.

'Yo convocaría una rueda de prensa para ir desmenuzando punto por punto el asunto y eso sería realmente adecuado', indicó el eurodiputado enmendando a la totalidad la política parca en palabras de la dirección de la calle Génova.

Se encausan ellos mismos

El PSOE e Izquierda Unida siguieron valiéndose del caso Gürtel para desgastar el liderazgo de Rajoy y las expectativas electorales de su partido en las europeas del 7 de junio. El secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, proclamó que con su defensa numantina de los imputados el líder del PP 'ha atado su destino político al futuro judicial de Bárcenas y Galeote'.

Mientras, el diputado Gaspar Llamazares, de IU, afirmó que los populares 'se encausan' a sí mismos al defender a su tesorero Luis Bárcenas. Según el ex coordinador de la coalición, con esta actitud los populares no hacen otra cosa que convertir un caso de corrupción concreto 'en el caso de corrupción del PP', una actitud que lleva Rajoy a equivocarse 'por completo'.