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"El precio no es para jóvenes"

 Víctor, de 29 años, ha rechazado una vivienda protegida

ANA REQUENA AGUILAR

Víctor lleva cerca de cuatro años apuntado en la Empresa Municipal de la Vivienda de Las Rozas (Madrid). Como tantos otros jóvenes, esperaba encontrar en la vivienda protegida su empujón hacia la independencia. De momento, no ha podido ser, y no porque no haya tenido suerte.

Hace poco le llamaron para ofrecerle una vivienda protegida de precio limitado, una modalidad en vigor en la Comunidad de Madrid, con un precio algo mayor que la VPO pero menor que el de mercado. 'Dije que no, no me la puedo permitir, es un precio mayor que el que pensaba', asegura Víctor, que es administrativo pero sigue viviendo en casa de sus padres.

Él no fue ni mucho menos el primero al que se la ofrecieron. Su nombre estaba decenas de posiciones por detrás de los primeros afortunados: 'Yo no sabía ni en qué puesto estaba; pero vamos, la ha tenido que rechazar mucha gente antes que yo'.

En el sorteo del pasado 30 de diciembre, Javier volvió a tener suerte. Le tocó una VPO en alquiler con opción a compra. Aún no sabe qué hará. 'Cuando me llamen para ver la casa, estudiaré las condiciones y ya veré', dice.

Su familia no puede ayudarle económicamente, y eso se nota. 'Hay gente que está comprando con el apoyo de la familia. Pero, desde luego, el precio de estas casas [entre 200.000 y 300.000 euros, según los metros cuadrados] no está pensado para la capacidad adquisitiva de los jóvenes; así que los que no tenemos ayuda tenemos que rechazarla', explica.

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