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Un premio para la Asociación de la Memoria Histórica permite abrir más fosas 

Los 85.000 euros concedidos por los Archivos de la Brigada Abraham Lincoln hacen posible la continuidad del laboratorio de Ponferrada desde el que se identifican a cientos de desaparecidos, un trabajo que realiza sin ayudas del Estado.

Laboratorio de Ponferrada de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. ARMH

PATRICIA CAMPELO

MADRID.- Sin ayudas oficiales de ningún tipo, y sufragándose únicamente con las aportaciones de socios, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) se veía abocada al cierre del laboratorio de Ponferrada (León) en el que un grupo de técnicos identifica restos de desparecidos del franquismo. Ahora, con la concesión del premio de Derechos Humanos de la asociación Archivos de la Brigada Abraham Lincoln (ALBA) (una entidad creada en 1979 en homenaje a los voluntarios estadounidenses que lucharon en la Guerra Civil en defensa de la República) el laboratorio podrá continuar su actividad al menos dos años más.

El galardón está dotado con 100.000 dólares (85.000 euros), un dinero con el que, además, se garantiza la apertura de nuevas fosas del franquismo.

El escritor gallego Manuel Rivas presentó la candidatura de la ARMH, argumentando que la asociación “ha restaurado 114.000 nombres sin rostro, promoviendo la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas (…) y perpetuando el legado antifascista y de justicia social de la Brigada Lincoln”.

El premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, la periodista Pilar del Río y el actor Juan Diego Botto, entre otros, han apoyado la candidatura de la ARMH a estos galardones que subrayan el activismo en defensa de los derechos humanos y buscan “honrar a las Brigadas Internacionales y conectar su legado inspirador con causas contemporáneas”, según los impulsores de la iniciativa.

La fundación Puffin, creada por el filántropo Perry Rosenstein, financia el premio.

Desde el año 2000, la ARMH ha realizado más de 150 exhumaciones de fosas y recuperado los restos de 1.300 víctimas del franquismo

Desde el año 2000, la ARMH ha realizado más de 150 exhumaciones de fosas comunes por todo el territorio nacional y recuperado los restos de más de 1.300 víctimas del franquismo, lo que supone un 8% de las personas desparecidas en fosas y cunetas de todo el país.

La inyección de fondos que supone el galardón ALBA pone de manifiesto “la omisión de los deberes humanitarios del Gobierno español”, según la asociación ya que, en 2011, el Ejecutivo de Mariano Rajoy puso fin a las subvenciones que se concedían a las asociaciones en el marco de la memoria histórica.

Ante el desamparo institucional, la ARMH ha contado con el trabajo de más de 1.200 voluntarios, también de diferentes países como Japón, Noruega, Francia, Alemania o Estados Unidos, que han realizado desinteresadamente el 80% de las labores.

Según datos de la entidad, 1.409 expedientes de desapariciones forzadas estan a la espera de resolverse

Según datos de la entidad, a los que ha tenido acceso Público, 1.409 expedientes de desapariciones forzadas continúan a la espera de resolverse, más de 15.000 consultas han sido recibidas a través de correos electrónicos y la página web contabilizó cerca de 15 millones de visitas en 2013. Gracias, además, al trabajo voluntario de expertos académicos, como reconocidos médicos forenses y antropólogos españoles y extranjeros, el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Desapariciones Forzadas comenzó a incluir a España en sus informes a partir de 2003.

En la actualidad, investigaciones exhaustivas como la contenida en el auto de 16 de octubre de 2010 del que fuera magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, sitúan la cifra de desparecidos por el franquismo, tanto como consecuencia de la Guerra Civil como de la posterior represión, en 114.000.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica nació con la búsqueda de un grupo de desaparecidos. Emilio Silva, presidente del colectivo de víctimas, investigaba la desaparición de su abuelo, asesinado y arrojado a una cuneta junto a doce personas más a las afueras de Priaranza del Bierzo (León) en octubre de 1936. 64 años después, un grupo de expertos voluntarios abrieron la fosa utilizando métodos científicos y aplicando, posteriormente, las pruebas de identificación por ADN. Se trataba de las primeras exhumaciones del siglo XXI, y sentaron un precedente en la posterior investigación de desparecidos.

Los premios ALBA se entregan en una ceremonia que tendrá lugar el 9 de mayo en Nueva York.

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