La producción del sector manufacturero español registró en mayo su caída más acusada desde enero de 2010 debido, fundamentalmente, al fuerte descenso de los nuevos pedidos, que disminuyeron por primera vez en seis meses, según el índice PMI de Markit Economics.

Según el indicador de Gestión de Compras de Markit difundido hoy, todas las condiciones que afectan al sector de las manufacturas en España se han "deteriorado" ante la débil demanda interna, que además provocó el recorte del empleo en las fábricas "más fuerte en tres meses".

"El deterioro del sector manufacturero es un signo preocupante para la economía, ya que este sector ha sido el principal motor del crecimiento en los últimos meses", destacó el economista de Markit y autor del informe Andrew Harker.

La caída de los nuevos pedidos fue generalizada y se produjo tanto en los bienes de consumo, como en los bienes de capital o en los intermedios.

Sólo los nuevos pedidos para exportaciones aumentaron en mayo, aunque fue el incremento más débil desde julio del año pasado.

Los mercados que más demandaron las manufacturas españolas fueron Argelia, Francia, Alemania y Estados Unidos.

Además, el incremento de los costes de producción en este sector también fue "intenso" el mes pasado, debido al aumento de los precios de los combustibles, plásticos y del acero, lo que fue repercutido en los precios cobrados a los clientes.

Por otra parte, el crecimiento del sector manufacturero de la zona euro también se desaceleró en mayo en todos los países, y el ritmo de aumento de la producción y de los nuevos pedidos cayó a niveles de hacía siete y ocho meses, respectivamente.

La desaceleración más fuerte la registraron los productores de bienes de consumo, que casi paralizaron el aumento que venían registrando en los nuevos pedidos.

También los nuevos pedidos para exportaciones aumentaron al ritmo más débil desde septiembre de 2010.

No obstante, el empleo en el sector manufacturero aumentó por decimotercer mes consecutivo en mayo y el crecimiento más fuerte lo registró Alemania, Austria y Holanda.

Según el estudio pese a que el sector ralentizó su crecimiento en la zona euro el ritmo de declive fue más intenso en los países periféricos, como Grecia, España, Italia o Irlanda.