Este artículo se publicó hace 15 años.
Las puertas del Congreso, abiertas una vez más a todos los ciudadanos
El Congreso de los Diputados abre sus puertas un año más a todos los ciudadanos con sus decimocuartas jornadas de puertas abiertas, que comenzarán hoy a las diez en punto de la mañana cuando el presidente de la Cámara, José Bono, reciba a los primeros visitantes.
Este año los ciudadanos que quieran aprovechar esta oportunidad para conocer de primera mano la institución parlamentaria tendrán que esquivar las obras que rodean el Palacio de las Cortes, con grandes zanjas, vallas y maquinaria pesada.
Pese a las molestias que está ocasionando en el centro de Madrid la construcción de un aparcamiento subterráneo en la Plaza de las Cortes y en un tramo de la Carrera de San Jerónimo, el Congreso ha adaptado el habitual recorrido de sus "puertas abiertas" para que ningún interesado se quede sin su visita.
No podrán ver los famosos leones de bronce que custodian la escalinata del Congreso -ahora protegidos por unos grandes cajones cubiertos por fotografías de las figuras- ni tampoco disfrutarán del privilegio de acceder a la Cámara por su entrada principal.
Estas puertas únicamente se abren al comienzo de cada legislatura y en las jornadas de puertas abiertas, pero hoy permanecerán cerradas a cal y canto, ya que el acceso de los visitantes se hará desde la calle Zorrilla, en la parte trasera del Congreso.
A cambio, los ciudadanos tendrán el privilegio de contemplar por vez primera el mosaico de mármol que cubre el suelo del vestíbulo de Isabel II, precisamente al otro lado de la puerta de los leones, y que acaba de ser completamente restaurado.
Habrá más alicientes, porque en esta sala se han situado los retratos de los siete "padres" de la Constitución, entre ellos el de Jordi Solé Tura, fallecido el viernes pasado en Barcelona.
Como siempre, el hemiciclo, con los impactos de bala en su techo como testigos de la intentona golpista del 23-F, centrará el interés de cuantos se decidan a entrar en el Palacio de las Cortes.
También tendrán oportunidad de contemplar su Salón de Pasos Perdidos, una estancia muy vistosa ubicada frente al hemiciclo, el Escritorio del Reloj y otras dependencias del Palacio de las Cortes que sirven de escenario a la actividad parlamentaria.
Los ciudadanos tendrán el paso franco a la Cámara Baja hasta las siete de la tarde de hoy, al igual que mañana, festividad de la Inmaculada, también desde las diez de la mañana hasta las siete de la tarde.
El Congreso cumple con esta iniciativa la tradición ya veterana de permitir la entrada a su sede con motivo de la celebración del Día de la Constitución, que tiene lugar cada 6 de diciembre.
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