Apasionado del flamenco, Juan Luis Cano (Madrid, 1960) ha dedicado su última novela, La noche del aguacero (Espasa), a una serie de personajes que se mueven por un tablao imaginario. Es la tercera incursión en la narrativa de este periodista que, junto a Guillermo Fesser, revolucionó la radio en los ochenta conGomaespuma, un programa que no tiene previsto volver a las ondas.

¿La noche del aguacero' es su declaración de amor al flamenco?

No, no es una declaración de amor, pero yo soy muy aficionado al flamenco. Me atrapa porque yo soy una persona muy pasional, y en el flamenco he encontrado la horma de mi zapato. Ahí no valen medias tintas. Es un arte en el que todo es siempre a tope: se ama mucho, se odia mucho, se sufre mucho, pero también es todo muy alegre. Y yo soy un poco así.

Esta es una historia en la que todos mienten.

Yo quería reflejar la realidad que vive la mayoría de los personajes de la novela: todos fingen. Y creo que una gran mayoría de la gente hace cosas que no querría hacer, pero la vida te lleva por ahí.

¿La escritura de sus libros le ayuda a evadirse de su carrera radiofónica?

No, porque yo he escrito toda mi vida. Y nunca he dejado de hacerlo. Los primeros libros los hice con Guillermo [Fesser],que eran de humor. Pero para mí el humor se merece tanto respeto como el drama.

¿Echa en falta humor en la literatura?

Sí. Y es porque la propia intelectualidad se ha encargado de hacer que los demás creamos que el humor es un subgénero, y hasta que no haces una cosa seria no mereces el reconocimiento de los demás. A mí eso me parece un error.

'Los valores se han frivolizado mucho y la televisión lo muestra'

¿La radio da más espacio al humor que otro formato?

Ahora sí, porque hasta que nosotros no empezamos a hacer radio de humor, no se hacía. Como mucho se llevaban humoristas a los programas y eso era todo.

En 2007 acabó el programa de Gomaespuma. ¿Cómo ve ahora la radio?

No vive su mejor momento. En los años ochenta se reinventó a sí misma. En los noventa y los 2000 empezó a hacerse una radio matutina con los grandes magacines. Pero ahora, si le quitas el sesgo ideológico a los programas o a la emisora donde estén, son todos iguales.

La gran característica de la radio es su inmediatez. ¿Internet puede ponerla en peligro?

No. A lo mejor se termina haciendo radio sólo por internet, pero seguirá siendo radio. El concepto del medio seguirá siendo el mismo. E igual ocurrirá con la prensa escrita, que quizá termine en internet, pero siempre tendrá que haber un equipo de reporteros que escribalas noticias.

¿El periódico en papel tiene los días contados?

'Eso de que España es un país de pícaros', pues no. España es un país de golfos'

Creo que todos acabaremos en internet, leyendo los periódicos en iPad. El periódico de papel en el kiosco posiblemente deje de existir, aunque creo que no será tan rápido como creemos. Igual que el libro se mantendrá como libro en papel, aunque irá cediendo terreno al libro electrónico.

The New York Times' acaba de poner su edición digital en formato de pago. ¿El futuro es ese?

Aquí ya se hizo. El País empezó así, pero tuvo que volver a la gratuidad porque los españoles somos especialmente pícaros.

¿En España nacemos piratas?

No. Es la sociedad que hemos creado y que parece que nos gusta. Y eso de que 'España es un país de pícaros' como si fuera algo positivo, pues no. España es un país de golfos.

¿Por eso un canal como CNN+ acabó convertido en Gran Hermano'?

La tele es un reflejo de la sociedad. Estamos en un momento de decadencia. Los valores se han frivolizado mucho y la tele lo muestra.